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ANÁLISIS DEL TRANSPORTE ESCOLAR

Los autobuses escolares son utilizados por más de un millón de menores en nuestro país

Las denuncias administrativas y la escasa proliferación del cinturón de seguridad, aspectos a mejorar

viernes 09 de enero de 2009, 01:00h

Más de un millón de niños coge cada día un autobús escolar para ir al colegio. En España, 146.000 conductores tienen autorización para conducir este tipo de transporte. Los estudios demuestran que se trata de un sector con pocos accidentes, algunas asignaturas pendientes y no demasiadas infracciones a sus espaldas.

Según la última publicación de la Dirección General de Tráfico, la amplia mayoría de las denuncias que arrastra este sector son de carácter administrativo. En concreto, y como recoge una información difundida por el Diario de Avisos de Tenerife, el 67,3% son consecuencia de la ausencia de licencia para llevar a cabo este servicio. Este dato se desprende de los controles efectuados por la DGT a principios del curso pasado en su habitual Campaña Nacional de Control del Transporte Escolar, que tiene como objetivo constatar la seguridad de este tipo de transporte. Es por ello que uno de los aspectos que se analiza con exhaustividad es la antigüedad del vehículo, que no puede ser mayor de 16 años.

A su vez, tanto el Estado como las comunidades autónomas realizan periódicamente campañas de control del transporte escolar, un sector con accidentalidad cada vez menor. En 2007 se registraron 57 accidentes en toda la geografía nacional con el resultado de un muerto, tres heridos graves y 24 leves.

En la reciente campaña de la DGT, donde se controlaron 4.840 autocares, uno de cada tres fueron denunciados: un total de 1.720. Un 10% de los autobuses no contaba con seguro de responsabilidad civil ilimitado. Respecto a las infracciones que afectan directamente a la seguridad, cabe destacar que, aunque fueron escasas, 25 vehículos no cumplieron la normativa referente al tiempo de conducción o no respetaron los descansos, 10 por irregularidades en el permiso de conducir y tres por sobrepasar los límites de velocidad.

Los expertos inciden en la importancia de realizar simulacros en los que participen los niños para paliar las deficiencias existentes. En Cataluña, por ejemplo, más de 6.000 alumnos han recibido formación a través de la empresa TCCSL, entidad que primero forma a los estudiantes en las aulas, luego dentro de un autobús y, por último, en una maqueta volcada de seis metros de largo por de ancho y dos de largo.

El cinturón, en el punto de mira

Por otro lado, y a pesar de los avances cosechados en la materia, el cinturón de seguridad sigue siendo una asignatura pendiente. Según las estadísticas, todavía quedan muchos autobuses sin él. Los cinturones de tres puntos pueden provocar lesiones graves en los más pequeños si no se dispone de un sistema de retención adecuado y los de dos puntos no sujetan lo suficiente. Para solucionar este problema, Fitsa ha dado a conocer un tipo de cinturón para autobuses, apto para todas las edades, que podría llegar a ser obligatorio una vez que haya sido homologado por el Ministerio de Industria. Este cinturón de tres puntos se adapta hasta la altura del hombro de cada pasajero.