"Las empresas de transporte han tenido considerables dificultades para obtener financiación y préstamos comerciales. La menor actividad económica ha traído consigo un aplazamiento de los pedidos y las entregas de camiones encargados en el periodo precedente. En varias ocasiones, algunos pedidos de camiones han debido ser re-asignados a nuevos clientes", ha señaladao el mandatario.
Östilng ha abordado abiertamente la obligada reducción de empleo, durante su análisis del pasado ejercicio. "A finales de 2008, nuestra tasa de producción no sólo se ha ajustado a la disminución de la demanda, sino también al objetivo de reducir los stocks. Al final del primer trimestre de 2009, la mayoría de los 2.000 empleados de producción con contratos temporales de duración determinada habrán abandonado la empresa, una reducción de entre 12.000 y 10.000 trabajadores. A pesar de estas medidas, Scania tendrá un excedente de empleados de producción. Los trabajadores fijos recibirán formación durante el primer semestre de 2009 con el fin de acelerar las mejoras en la eficiencia y fortalecer las competencias básicas para cuando el mercado se normalice de nuevo. Además de las medidas para reducir la mano de obra, Scania va a aplazar inversiones en maquinaria, equipos y proyectos de desarrollo".
El máximo dirigente de la firma sueca se ha mostrado escéptico de cara al futuro. "Las perspectivas de crecimiento económico a largo plazo para Scania siguen siendo buenas. Sin embargo, debido a las complicadas condiciones actuales de mercado, existe un alto grado de incertidumbre para los próximos trimestres".