- ¿Qué valoración se puede realizar del ejercicio 2008?
- El año 2008 ha sido un año de gran contraste. 2007 fue muy bueno para todos, y en ese escenario ganamos cuota en casi todos los segmentos. Fue un año récord, pero quizá tuviéramos una cifra sobre-dimensionada: nos tocaban más camiones de los que nos correspondían en una relación PIB/población/nivel de consumo, muy por encima de los países de nuestro entorno. En cambio, en 2008, los volúmenes no han sido malos, similares a los de 2005, y acordes a nuestra población, pero muy distintos a los de 2007. Eso nos afecta, porque estamos muy ligados a la economía y los plazos de decisión no son cortos. Por eso, nos ha costado mucho acoplarnos a este cambio de demanda, y vivimos momentos de dificultad hasta que se adecúen las infraestructuras y volvamos a la cordura, al estudio de los riesgos, a la apertura del crédito...
- ¿Cómo se ha manejado Iveco en este escenario?
- Nuestros clientes son los que han sufrido el cambio más drástico. Han pasado de una situación en la que había créditos baratos para todos, a otra en la que el crédito es mucho más restrictivo. Quizá no era normal lo que estaba pasando en este sentido, y el contraste es difícil de asumir. Tendremos que pasar esta onda de choque, hasta que volvamos a una velocidad más normal de nuestra economía. Es verdad que hay un millón más de parados, pero las cifras de población activa también son más elevadas que nunca.
- ¿Cómo cree que puede reaccionar el mercado durante 2009?
- Ante situaciones nuevas, toca aplicar soluciones nuevas. Cuando el mercado ha subido tan rápidamente, todos los departamentos, como ingeniería, gestión de proveedores, de concesionarios... se han sabido adaptar muy bien, dándole al mercado lo que pedía con plazos de entrega adecuados y con mejoras en el producto. Trabajábamos con previsiones anuales. Ahora hemos decidido actuar a corto plazo, trimestralmente, reduciendo a su vez lo trimestral a lo mensual, y así sucesivamente. Iremos adaptando las previsiones cada mes, para ir tomando las decisiones que marque el mercado, a todos los niveles, desde los comerciales hasta las áreas financieras e industriales, para que el impacto sea lo menor posible en todos los sentidos. Iveco puede presumir de una capacidad de flexibilidad que nos da el ser una multinacional relativamente joven, con ideas y mentalidades de distintos países que nos enriquecen.
- ¿Qué podemos esperar en cuanto a producto?
- Tenemos todas las gamas renovadas en menos de dos años, por lo que no tendremos grandes novedades. En Daily, ampliaremos su oferta de cara al cliente y renovaremos un poco su imagen en el segundo semestre. En seguridad siempre estamos innovando, con todas las opciones disponibles en este campo. Eurocargo ya está disponible en metano, que nos faltaba, ofrecemos híbridos en Daily y Eurocargo, aumentamos la capacidad de reciclaje de los componentes... En cuanto a proyectos como la plataforma ligera y otros que requieren inversiones importantes, no se cancelan, pero se posponen en el tiempo.
- Por último, pregunta obligada. ¿Qué puede manifestar sobre las medidas en el ámbito laboral?
- Los ERE están a la orden del día en la automoción, pero están muy bien regulados en nuestro país, porque cuentan con el acuerdo entre la empresa y los trabajadores, por medio de sus representantes sindicales. Los que tenemos en vigor en Madrid y Valladolid son susceptibles de ser ampliados, en función de la demanda (incluso mundial, porque sólo se produce el Trakker para todo el mundo), pero siempre con el acuerdo previo de ambas partes. Son un instrumento magnífico para la regulación de empleo, porque hacen eso, regularlo, y evitar su destrucción. En Iveco, el acuerdo fija que los trabajadores que no trabajen perciban el 90% de su salario bruto, el segundo más alto del país. Iveco tiene un compromiso con el empleo, y por eso agradecemos el empeño que pone la fuerza trabajadora en negociar y firmar acuerdos.
(Entrevista íntegra en edición impresa Nexotrans, nº 287)
