La propuesta aprobada por unanimidad el pasado viernes por los representantes de 74 países de los cinco continentes integrados en la IRU, persigue reducir el impacto de la crisis económica en el transporte por carretera.
Según informan desde IRU, Gobierno y fuentes de la industria apuntan a una disminución de la actividad de transporte de mercancías por carretera de hasta un 50%, una duplicación del número de quiebras y un aumento dramático del desempleo (permanente o temporal de los despidos), que ya asciende a 140.000 puestos de trabajo en la UE, 120.000 puestos de trabajo en los países de la CEI y 200.000 puestos de trabajo en América del Norte. En definitiva, las previsiones del transporte para 2009 son muy preocupantes. Las tarifas marchan por lo general en declive en el primer trimestre del año.
El presidente de IRU, Janusz Lacny, advierte que "aunque los volúmenes de transporte por carretera tienen una dependencia y una correlación directa con el crecimiento del PIB, la actual dicotomía en las políticas gubernamentales es sorprendente: mientras se concede una enorme ayuda financiera a los bancos sobre la base de que son vitales para la economía, se mantiene la imposición de restricciones sobre el transporte por carretera y el nuevo plan para aumentar las cargas fiscales a través de, por ejemplo, la revisión de la Directiva de la Euroviñeta en la UE. Sin embargo, si los bancos dejan de existir, el comercio aún continúa, mientras que si se detiene el transporte por carretera, el comercio puede llegar a detenerse". En este sentido, Lacny sentencia que "las prioridadesd de los gobiernos son claramente equivocadas ".
Puntos clave
La resolución aprobada en el seno de la IRU, por lo tanto, insta con urgencia a las autoridades competentes a:
- Reducir los impuestos y dejar de crear nuevos cargos, ya que ponen en peligro la recuperación económica y la competitividad.
- Proporcionar líneas de crédito suficientes para que los operadores de transporte puedan financiar sus inversiones y operaciones.
- Hacer más flexible la legislación sobre insolvencia para permitir a las empresas de transporte por carretera proseguir las operaciones de negocio rentable en lugar de la liquidación de toda la empresa.
- Proporcionar incentivos a los operadores de transporte que les permite seguir invirtiendo en innovación y los vehículos limpios.
- Invertir en infraestructura de carreteras para eliminar los costes derivados de las congestiones.
- Crear un marco jurídico y administrativo que permita al sector del transporte por carretera colocar personal calificado en estado inactivo.
La IRU insta también a los operadores de transporte a que realicen servicios sólo si se obtiene un beneficio, tratando de evitar los viajes en vacío, así como a estabilizar los precios de mercado mediante la reducción de capacidades de transporte.
