En el caso de Madrid, las tarifas del transporte público subirán el 4,1%, que significan 30 céntimos en el bono de 10 viajes y un aumento en el precio del abono entre los 1,45 euros de la zona A hasta 3,95 en la E2. Por contra, el billete sencillo seguirá costando un euro, mientras el precio de los abonos joven y de tercera edad se incrementará un 3,8 y 3,45% respectivamente, según el Consorcio Regional de Transportes. Así las cosas, la tabla de precios queda de la siguiente manera: 42,10 euros en la zona A; 48,80 en la B1; 55,80 en la B2; 62,70 en la B3; 69,30 en la C1; 76,60 en la C2; 85,30 en la E1 y 101,70 en la E2.
El Consorcio ha destacado que el incremento del 4,1% en las tarifas se corresponde con la cifra del IPC general actual y se sitúa por debajo del IPC del transporte, cifrado en el 6%, sobre todo por el incremento incesante del precio del carburante, en torno al 15% en los últimos 12 meses.
Por su parte, la Autoridad del Transporte Metropolitano de Barcelona ha anunciado que la subida en su área de influencia será del 4,2% de media. El billete sencillo de una zona pasará de costar 1,25 euros a 1,30, la T-10 de una zona pasará de 6,90 euros a 7,20, y la T-Mes, que cuesta 44,35 euros, valdrá 46,25 euros a partir de 2008. Otra novedad es que el transporte urbano de Sitges se suma al sistema tarifario integrado.
Oposición a la subida
Como sucede tradicionalmente, cuando se anuncian estos incrementos, las reacciones no se han hecho esperar. La Unión de Consumidores de la Comunidad de Madrid (UCE-CM), la oposición socialista regional y el sindicato UGT justifican su reacción alegando que la previsión del IPC para ese año se sitúa en el 3,3%,al tiempo que critican este incremento de las tarifas en un servicio que consideran "básico".
La UCE destaca que el precio de algunos títulos, como el billete sencillo combinado de metro, válido tanto para la red del suburbano como para Metrosur, pasa de costar 1,15 euros a 1,90, al tiempo que solicita al Estado, como responsable del servicio de Cercanías, que incremente las tarifas, pero como máximo en la cifra del IPC previsto para el año entrante, es decir, el 3,3%. A esto se añade la posición del Partido Socialista Madrileño, que afirma que medidas como estas desincentivan la utilización del transporte público en la región.