Con presencia en Marruecos desde hace más de 80 años, Renault se beneficia de una posición estratégica en el puerto de Tánger, situado entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, lo que permite contar con una red amplia y competitiva de proveedores y de una mano de obra altamente cualificada en las mejores técnicas de producción del automóvil.
Carlos Ghosn ha declarado en la ceremonia de inauguración que "Renault y Nissan comparten con Marruecos grandes ambiciones de desarrollo industrial. Gracias al compromiso de Renault y sus socios, así como del apoyo incondicional del gobierno marroquí, nuestra fábrica está en la senda de convertirse en una nueva referencia de la industria del automóvil a nivel mundial".
La fábrica se pone en marcha con la producción de dos modelos de la gama Dacia: el Lodgy, un modelo familiar, y un vehículo comercial ligero, disponible también en versión turismo. Esta factoría permitirá incrementar los volúmenes y ampliar la oferta de Dacia, como complemento a los modelos fabricados en las plantas de Pitesti (Rumanía) y de Somaca (Casablanca, Marruecos), que están actualmente al máximo de sus capacidades. De esta manera, el Grupo Renault podrá dar respuesta a la demanda creciente de clientes interesados en vehículos con una excelente relación calidad/precio.
En la factoría de carrocería-montaje de Valladolid se fabricarán, para la planta de Tánger, piezas para el Dacia Lodgy y para el nuevo vehículo comercial de Dacia. Globalmente, se fabricarán refuerzos para puertas delanteras y traseras, tapas de carburantes, así como otros elementos. Además, se siguen produciendo piezas para la planta de Somaca, ubicada en Casablanca. Según José Vicente de los Mozos, presidente director general de Renault España, "se enviarán más de 50.000 unidades de motores al año a la planta de Tánger. Concretamente, se ha comenzado a enviar un nuevo motor para equipar el Dacia Lodgy y en un futuro se mandará el motor H5". Además de Valladolid, la planta de Sevilla fabricará cajas de velocidades JH Base para Tánger, por lo que tanto la fábrica de Sevilla como las de Valladolid son las factorías de mecánica de referencia para esta nueva planta marroquí.
En Tánger, Renault y Marruecos han creado un Instituto de Formación Profesional de la Industria del Automóvil (IFMIA), financiado al 100% por el estado marroquí y destinado a los empleados de la fábrica y a sus equipos. En Francia, el Global Training Center (GTC) de Flins, ha recibido 168 personas que trabajan en este proyecto para la preparación de formadores, de directivos y de técnicos de fábrica.
Impacto medioambiental reducido
Diseñada bajo una concepción completamente nueva, la fábrica de Tánger se inscribe dentro de la política medioambiental del grupo Renault, gracias a la cooperación exclusiva entre el Reino de Marruecos, Renault y Veolia Environnement. Las emisiones de CO2 han sido reducidas en un 98% (con respecto a una factoría de una capacidad de producción equivalente a 400.000 vehículos por año), lo que implica alrededor de 135.000 toneladas de CO2 evitadas al año. Ningún residuo de agua utilizada de origen industrial será vertido al medio natural, y el uso de recursos acuíferos para los procesos industriales se verá reducido en un 70%. Estos resultados han sido obtenidos gracias a innovaciones en los procesos de fabricación, a la utilización de energías renovables y a la gestión optimizada del ciclo de agua.