La CETM lamenta que "año tras año se incrementen el número de horas, fechas y vías por las que se restringe el paso a los vehículos de transporte de mercancías, interrumpiendo y coartando el normal desarrollo de esta actividad, hecho que está produciendo innumerables perjuicios, no sólo a los transportistas y sus clientes, los cargadores, sino a la economía y a la sociedad en general". Desde la CETM se advierte de que en el caso "de no resolverse este problema en el menor tiempo posible, determinadas acciones podrán alterar el normal desarrollo del tráfico en puntos concretos, para que de manera natural, se pueda comprobar la inexplicable situación que provocan las restricciones a los camiones".
Para la CETM, la gestión del tráfico debería ser competencia del Ministerio encargado de la gestión de las infraestructuras -Fomento-, no de Interior ni de las distintas Comunidades. A través de su departamento jurídico, la CETM está estudiando la posibilidad de recurrir la cesión de competencias en materia de tráfico a las CC.AA. y solicitar el resarcimiento de daños y perjuicios ocasionados por la arbitrariedad de estas restricciones.
Astic, en la misma línea
A través de un comunicado, Astic ha manifestado "su más profundo rechazo a la última propuesta de restricciones de circulación de la Generalitat en Cataluña". La Asociación del Transporte Internacional por Carretera inisste en que las limitaciones tienen una incidencia grave para todas las empresas del sector, pero especialmente para las empresas que realizan transporte internacional, al ser Cataluña una de las Comunidades con los tráficos más importante con destino a Europa. Asimismo, recuerda que a las restricciones de circulación propuestas por las autoridades catalanas deben añadirse las ya existentes en País Vasco, Francia y otros países de Europa cuyas fechas, en una gran parte de los supuestos, no coinciden con las restricciones planteadas por las autoridades catalanas.
Astic apoya a CETCAT en su rechazo a la propuesta de restricciones ya que su efecto debe evaluarse en el marco de la nueva ordenación del tiempo de trabajo y de conducción y descanso. Los tiempos de espera en frontera y las prohibiciones de circulación computan como tiempos de presencia, cuyo límite son 20 horas semanales para los conductores españoles. Esto provoca mayores dificultades para que el conductor pueda hacer sus descansos en su entorno familiar y social e incita a una falta de conciliación de la vida laboral y familiar. Según fuentes de Astic, "esta política seguirá causando efectos desastrosos: más inmovilizaciones de camiones, aumento de las horas de presencia de los conductores y salida en bloque de todos los vehículos cuando termina la restricción, hecho que causará un mayor caos circulatorio".