Las negociaciones se han prolongado durante cinco meses, "sin ningún interés por parte de la patronal por llegar a un acuerdo", se lamentan los representantes sindicales, que han tomado la decisión del anuncio de la huelga. La falta de diálogo de la patronal es uno de los argumentos esgrimidos por los sindicatos, que consideraron que la FEAT "tiene una imperiosa necesidad de reciclaje" y lamentan que no haya podido haber acuerdo, a diferencia de lo sucedido en otras provincias catalanas. Los sindicatos denuncian salarios bajos, jornadas largas y peligrosas, y que el resto de convenios del sector negociados en Cataluña se sitúan por encima del de Tarragona en lo que se refiere a beneficios económicos y sociales.