P: ¿Cuál es la situación actual? ¿Cuántos miembros componen la asociación?
R: La UITP se ha incrementado un 7% en 2018 para alcanzar más de 1600 organizaciones miembros en 99 países. UITP está comprometida con el avance del transporte público alrededor del mundo. España es el segundo país del mundo con mayor número de socios. El aumento del número de miembros en más países y la estrecha colaboración con dichos miembros son las mejores maneras de avanzar en el Sector.
P: ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el transporte urbano a nivel global?
R: El sector de la movilidad ha experimentado muchos cambios durante los últimos años. La próxima Cumbre del Transporte Público Global de UITP, Estocolmo (9-12 junio de 2019), es el mayor evento de este tipo en movilidad urbana y será la ocasión en la que las mentes más brillantes del sector se darán cita para debatir sobre los próximos avances. Los problemas que existen tienen posibles soluciones disponibles. Debemos abordar los retos (accesibilidad, salud, cambio climático,…) y pronunciarnos a favor de las debidas políticas e inversión en el sector para así provocar los cambios necesarios. De hecho la inversión es la clave. Participar con los responsables principales de la toma de decisiones a nivel local es fundamental, y, por esa razón, junto con United Cities and Local Governments (UCLG), hemos desarrollado la Comunidad Mobility Champions. Por supuesto que hay otros proyectos que siguen provocando controversia en el sector, como la digitalización, los nuevos competidores y los vehículos autónomos.
P: Ante las grandes diferencias que existen en las distintas partes del mundo respecto al Transporte, ¿cómo puede UITP promover acciones válidas para todos?
R: La parte más especial de UITP es su número global de miembros, siendo esencial el intercambio de ideas y la propuesta de soluciones. El hecho de tener una membresía mundial tan extensa no es algo que se deba ver como un generador de problemas: de hecho es el mejor modo de evaluar lo que el Sector necesita en las diferentes etapas del desarrollo, con un mensaje global pero siempre adaptado a las circunstancias locales. Podremos ver cómo será el camino a seguir escuchándonos unos a otros, así como comprendiendo cómo se pueden abordar problemas similares en diferentes partes del mundo y tomando conciencia de lo que se necesita desarrollar.
P: ¿De qué manera evolucionarán las restricciones al tráfico en las grandes ciudades bajo motivos de reducción de emisiones?
R: Después de varias investigaciones y pilotos durante los últimos años, existen acciones llevadas a cabo en diferentes ciudades del mundo sobre la restricción del tráfico con la esperanza de reducir las emisiones. Existen ejemplos de ideas que implican cargos en cada billete en función de la hora del día, pensadas para reducir el tráfico. También está la opción de pases de un día de acuerdo con la clase de polución del vehículo. El transporte público es una parte esencial de la transición hacia la descarbonización, pero los caminos pueden variar. Sin embargo existen ocasiones para saltarse las políticas drásticas apoyadas por las tecnologías. Esto vuelve sobre mi punto previo: que cuanto más abogamos por el transporte público, más gente cobrará conciencia de que el traslado conjunto de individuos puede ayudar a abordar serios problemas climáticos.
P: ¿De qué manera puede contribuir el transporte por carretera a luchar contra el cambio climático?
R: Creo que puede contribuir de muchas maneras. El transporte es responsable del 23% de las emisiones de la energía global y es un canal mayor de polución del aire. Las investigaciones demuestran que la ampliación y mejora del transporte público aporta muchos beneficios socio-económicos y previene muertes prematuras causadas por la polución del aire así como las muertes por tráfico a nivel mundial. Nuestro sector está haciendo sus deberes. Creo que, al saber de las actividades de la UITP durante el debate de la acción climática en el COP así como de nuestra implicación en la iniciativa Sum4all, mucha gente está tomando conciencia del rol del transporte público.
P: ¿Qué labores de formación articula la UITP a nivel global?
R: La UITP acoge un Centro de Formación de excelente calidad. La formación es importante ya que el transporte público requiere inversión en recursos humanos, un edificio con capacidad suficiente, así como el desarrollo de competencias, y siempre debe tomar en consideración el incremento de los estándares de calidad y las expectativas de los clientes. El equipo de formación provee numerosas oportunidades para todos los miembros de la asociación a nivel mundial (la formación también está abierta a los no-miembros). La UITP reconoce la formación como un campo estratégico a desarrollar, dada la cantidad de conocimiento y experiencia disponibles entre los miembros de todo el mundo de la compañía.
P: Desde su punto de vista, ¿qué recorrido le queda al diésel? ¿Cuándo se convertirá en mayoritaria la propulsión eléctrica?
R: El diésel juega un papel clave en nuestra movilidad y, como le decía antes, el sector ha hecho los deberes, reduciendo significativamente las emisiones con cada nueva tecnología. Es necesario que ese esfuerzo de nuestra industria se vea apoyado por prioridad al transporte público. Evidentemente, miramos al futuro y, dentro de plazos razonables y siendo realistas, apostamos por la movilidad eléctrica, fundamentalmente en el ámbito urbano. El mercado del autobús eléctrico continuará creciendo y una producción en serie europea de autobuses eléctricos podría alcanzar plena madurez en breve. Estos últimos desarrollos son un buen augurio para la plena incorporación de autobuses totalmente eléctricos en el futuro próximo, ya que confluyen la demanda y el aprovisionamiento. Sin embargo, en un contexto de transición, los diferentes proveedores de transporte describen una línea descendente.
P: Por último, ¿cómo ve el transporte de viajeros dentro de 5-10 años? ¿Y en nuestro país?
R: Entiendo que la digitalización seguirá jugando un papel clave, tanto del lado del cliente como del lado de la empresa (mejor planificación, mantenimientos,…). Esto permitirá avanzar en plataformas de Movilidad como Servicio (MaaS), que combinen diferentes alternativas sostenibles, basadas en sistemas integrados de transporte público, frente al vehículo privado en propiedad. Tenemos que ser capaces de actuar juntos, puesto que el futuro de nuestras ciudades está en juego. Si, además, contamos con el marco de financiación adecuado, estaremos en la buena senda. No me cabe duda de que el sector seguirá estando a la altura de los retos y que todos nuestros socios (autoridades, operadores, industria, etc.) seguirán contribuyendo a avanzar la Agenda 2030.
