Una vez que esta carretera de altas prestaciones llegue a la AP-9, mejorará sustancialmente la vertebración de la comarca
La consejera recordó que, ante las dificultades para conseguir las autorizaciones necesarias por parte del Ministerio de Fomento para conectar con la AP-9, y para no demorar más esta actuación, la Xunta decidió avanzar en este primer trecho, entre la N-VI y la carretera autonómica AC-221. Se trata de la construcción del nuevo trecho de tres kilómetros de autovía libre de peaje más un kilómetro de conexión con el polígono del Espírito Santo.
Vázquez Mourelle comprobó a pie de obra los primeros avances en la ejecución de esta infraestructura estratégica para el área de A Coruña, unos trabajos que comenzaron hace escasas semanas con la celebración a finales de julio del levantamiento de actas previos a la ocupación. Informó de que este tramo supone la mayor parte de los trabajos a ejecutar hasta la autopista estatal, dejando previsto el departamento que dirige un modificado del contrato, sin necesidad de una nueva licitación, para ejecutar una segunda fase y poder conectar con la AP-9, tan pronto como el Ministerio emita el informe favorable para el enlace. Y señaló que supondrá una mejora en las comunicaciones y en la competitividad de parques empresariales como el de Bergondo, Iñás o lo del Espírito Santo.
La consejera destacó que una vez que esta carretera de altas prestaciones llegue a la AP-9, mejorará sustancialmente la vertebración de la comarca, mejorando la conexión para los vecinos de Sada, de Cambre y Oleiros, unos beneficios que se conseguirán a través de la mayor licitación en materia de carreteras de la Xunta, pagada con fondos propios y vía presupuestaria en casi una década, tal y como subrayó.
Características de las obras
Explicó que el proyecto total de conexión con la AP-9 prevé la ejecución de dos enlaces, además del de la autopista, dos viaductos y pasos superiores e inferiores. La ejecución de este primer trecho hace necesaria la remodelación del enlace actual con la N-VI, por lo que se ejecutará un nuevo enlace con tres niveles.
En el nivel actual, se ejecutará una glorieta que se conectarán los ramales de salida y entrada, la Vía Ártabra cruzará bajo esa glorieta, y sobre ella cruzará la N-VI. En el enlace con la AC-221 y conexión con el polígono del Espírito Santo, se ejecutará otra glorieta sobre la que cruzará la nueva autovía mediante un viaducto, desde esta glorieta se accederá a la carretera autonómica y al polígono a través de una carretera de nueva construcción.
Ethel Vázquez expresó el convencimiento de la Xunta de que la conexión de la Vía Ártabra con la AP-9 supondrá un antes y un después para la competitividad, la movilidad y la seguridad viaria del área de A Coruña. Un proyecto, concluyó, previsto en el plan sectorial viario de A Coruña, y
aprobado por la Xunta en el año 2004, diseñado y avalado por los técnicos, siguiendo criterios objetivos basados en la seguridad y en el menor impacto ambiental, como se recogió en el proyecto aprobado en 2009 por el Gobierno bipartito de la Xunta.