Aranda cree que el mercado actual es complicado pese a los buenos datos
El presidente de UNO Logística, Francisco Aranda, ha valorado este repunte con cautela, al considerar que responde principalmente a factores estacionales como la Semana Santa, la campaña de rebajas y la temporada estival. “Se trata de un crecimiento coyuntural, que no obedece a una política de impulso del empleo por parte del Gobierno. Falta una hoja de ruta clara que estimule la productividad, la inversión y la consolidación de puestos de trabajo estables y con mejores salarios reales”, ha advertido.
Aranda ha insistido en la necesidad de transformar un mercado laboral que ha calificado como “estructuralmente frágil y condicionado por un modelo normativo que castiga la creación de empleo y los incrementos salariales”. A su juicio, las empresas operan en un entorno “rígido e intervencionista, con escaso margen para adaptarse a las necesidades productivas y con un modelo de negociación colectiva cada vez más erosionado, que dificulta alcanzar acuerdos eficaces y realistas”.
También ha denunciado el impacto del aumento de los costes laborales y de la presión fiscal sobre el empleo. “Desde 2019, los costes laborales se han incrementado un 24,3%, y la cuña fiscal se sitúa seis puntos por encima de la media de la OCDE. Un aumento del 1% en estos costes puede traducirse en una caída del 0,37% del empleo; por ello, es urgente rebajar cotizaciones y evitar nuevas cargas que dañen la competitividad empresarial”, ha subrayado.
En este contexto, ha considerado “especialmente dañino” el Anteproyecto de Ley para la reducción de la jornada laboral, una medida que, según ha denunciado, “además de boicotear el diálogo social, no responde a las necesidades reales de muchos sectores estratégicos como el nuestro”. “Afirmar que reducir el tiempo de trabajo incrementa la productividad es rigurosamente falso. Sin embargo, los aumentos de productividad sí favorecen tanto reducciones de jornada, como incrementos salariales y más contrataciones”, ha defendido.
Aranda ha calificado de “profundamente irresponsable y contraproducente” la imposición de “más rigideces, costes adicionales e incertidumbre”. “Si queremos seguir siendo competitivos, necesitamos más flexibilidad y capacidad para adaptar nuestras estructuras a los hábitos cambiantes de la demanda”, ha señalado.
Enfriamiento de la economía
Por último, ha mostrado su preocupación por el enfriamiento de la economía, recordando que “el Banco de España ha confirmado que estamos inmersos en un proceso de desaceleración, debido al debilitamiento del consumo de los hogares y al retroceso de la inversión”. A esta tendencia se suman factores internos como “las exigencias normativas del Ministerio de Trabajo, el desbocado nivel de absentismo laboral y una incertidumbre global creciente, que no solo lastra la productividad, sino que debilita gravemente la capacidad del tejido productivo para crecer, transformarse y generar más empleo y mejor remunerado”.
“Si de verdad queremos fortalecer nuestro mercado laboral y afrontar con garantías los desafíos económicos que tenemos por delante”, ha concluido Aranda, “es imprescindible un cambio de rumbo en la regulación, que convierta a nuestro país en un destino atractivo para la inversión y permita a las empresas ser más competitivas y productivas, como base para generar empleo más estable y mejor remunerado”.