Casi 70 años después de la creación del Convenio CMR, su versión digital aún no despega. La IRU abordó este reto durante un encuentro de la Federación Internacional de Asociaciones de Transitarios (FIATA) celebrado en Praga, donde alertó de que el e-CMR solo se usa en menos del 1 % de las operaciones internacionales, pese a que el documento en papel cubre 280 millones de transportes por carretera cada año.
Un freno por falta de interoperabilidad
El director asociado de SI/TI de IRU, Cédric Oelhafen, destacó que el e-CMR ya se está aplicando en sectores como el automotriz, químico, minorista y hortícola, pero señaló que la falta de interoperabilidad entre plataformas sigue siendo la principal barrera.
“El e-CMR solo será escalable cuando transportistas y operadores puedan trabajar en diferentes plataformas”, afirmó. Hasta que no se resuelva este obstáculo, insistió, la logística y el transporte no podrán aprovechar plenamente las ventajas de la digitalización.

Retos y horizonte europeo en 2027
Entre los desafíos pendientes figuran la traducción de obligaciones legales en requisitos técnicos, la incertidumbre en su reconocimiento por autoridades y aduanas, la ausencia de directrices claras sobre firmas digitales y la escasa disponibilidad de plataformas fiables.
El reglamento europeo eFTI prevé que el e-CMR sea plenamente aceptado en toda la UE a mediados de 2027, lo que supondría un impulso decisivo.
La IRU recuerda que digitalizar el transporte por carretera es clave para mejorar la eficiencia, reducir costes y avanzar hacia un modelo logístico más sostenible.