La revisión presenta una instantánea detallada del estado actual de cada uno de esos proyectos y de su financiación. El objetivo de la revisión es conseguir más transparencia y responsabilidad en el proceso de financiación y comprobar que los fondos de la UE se estén utilizando adecuadamente. Pese al difícil contexto financiero del momento, más de la mitad (52,2%) de esos 92 grandes proyectos infraestructurales paneuropeos sigue avanzando por el buen camino para que su conclusión pueda tener lugar antes de que finalice diciembre de 2013. En cuanto al resto, la revisión intermedia se decanta por una estricta aplicación del principio de pérdida de las franjas no utilizadas. No obstante, para apoyar su terminación, se concede una prórroga de dos años a aquellos proyectos creíbles que estén registrando dificultades como consecuencia de la crisis económica actual. En cambio, aquellos otros proyectos que en la fase actual hayan dejado de ser creíbles perderán la financiación de la UE y los recursos a ellos asignados se redistribuirán.
Según ha publicado Asintra, en palabras de Siim Kallas, vicepresidente de la Comisión Europea responsable de transportes, "el objetivo de esta revisión intermedia es apoyar las inversiones fundamentales en infraestructuras y garantizar la rentabilidad del dinero de los contribuyentes. Me parece muy alentador que, pese a las difíciles circunstancias económicas que atraviesan, muchos Estados miembros opten acertadamente por invertir en infraestructuras económicas que revisten capital importancia para la recuperación de Europa. Con esta revisión, lo que pretendemos es que los escasos recursos de los que disponemos se gestionen con rigor y que, en el caso de los proyectos que hayan dejado de cumplir sus objetivos, se corte la financiación de la UE y se reasigne a otros fines que garanticen el mejor uso posible de esos limitados recursos".
Principales resultados
La revisión evalúa 92 decisiones de financiación por un importe igual a aproximadamente tres cuartas partes (5.300 millones de euros) de los 8.000 millones de los que está dotado el presupuesto RTE-T (2007-2013). La revisión muestra que 48 de los 92 proyectos (52,2%) estarán finalizados en la fecha límite fijada para ellos, es decir, el 31 de diciembre de 2013.
Otros 29 proyectos (31,5%) son creíbles en términos de estructura y financiación y podrían quedar completados antes de que finalizara 2015. Por este motivo, y a la vista de las excepcionales circunstancias derivadas de la crisis financiera, la Comisión otorgará a estos proyectos una prórroga de dos años para que puedan utilizar la financiación de la UE hasta 2015. Esta prórroga estará supeditada al cumplimiento de unas condiciones políticas, técnicas y financieras concretas que optimizarán la efectividad del programa RTE-T. Este mismo rigor presupuestario se aplicará en el caso de cualquier retraso que puedan sufrir los proyectos en el futuro: se pondrá fin a la financiación de las actividades que no hayan concluido en 2015.
Otros 10 proyectos (10,9%) han recibido también una prórroga condicional hasta 2015, pero se les ha impuesto una reducción parcial de la financiación de la UE que tenían asignada. Los 5 proyectos restantes (5,4%) no son creíbles en la fase actual, lo que significa que se les retirará para su asignación a otros fines la financiación de la UE que recibían hasta ahora.