El paquete de alimentación híbrido de Konecranes convierte una RTG 100% diésel en una RTG híbrida diésel/eléctrica. Siempre que es posible, la grúa funciona con la alimentación eléctrica que suministra el acumulador. Dependiendo de cuánto se utilice, esta solución puede reducir sensiblemente el coste de combustible.
El sistema de ahorro de combustible diésel ofrece alimentación a medida, adaptando las revoluciones por minuto del motor al esfuerzo que realiza la máquina. Garantiza que el motor diésel funcione con la máxima eficacia en todas las fases, sin ralentí de altas revoluciones.
Gracias a las alternativas de enrollador de cable y barra conductora, la RTG se convierte en un sistema enteramente eléctrico, sin emisiones de gases y sin ruidos. La contaminación acústica es, precisamente, un factor que hay que tener en cuenta para las terminales de contenedores situadas cerca de zonas residenciales. La RTG puede estar operativa durante más tiempo porque ya no es necesario detenerla para repostar. Este funcionamiento ininterrumpido puede llegar a suponer una semana más de trabajo de la RTG cada año.