Es por ello que la Comisión de Industria del Parlamento Europeo pidió, el pasado jueves, recortar el objetivo obligatorio de uso de biocarburantes en el sector del transporte fijado por los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, y reforzar los criterios de sostenibilidad exigidos a este tipo de combustible.
En una votación realizada el jueves, la Comisión de Industria fijó un nuevo objetivo intermedio para 2015: que al menos el 5% de los carburantes usados para el transporte debe venir de fuentes renovables. De este porcentaje, cuatro puntos corresponden a biocombustibles de primera generación, mientras que el resto debe venir de biocombustibles de segunda generación, hidrógeno o electricidad.
El dictamen de la comisión de Industria todavía debe ser respaldado por el pleno de la Eurocámara y pactado con los ministros de Energía de los Veintisiete antes de convertirse en ley.