La inauguración de la jornada ha corrido a cargo del presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, Francisco Toledo; el presidente de Ascer, Isidro Zarzoso; el secretario general de ANFFECC José Luis Breva; el presidente de la Cec, José Roca; y el presidente de Acep, Sebastián Plá.
“El puerto de Castellón ha querido reunir a todos los eslabones que tienen relación con el tránsito de contenedores y que por tanto pueden ver afectada su operativa por la nueva normativa”, ha explicado Francisco Toledo. La reunión ha despertado el interés de alrededor de 120 personas, entre representantes de empresas terminalistas, consignatarias, transportistas y las organizaciones empresariales de Castellón mas implicadas con la entrada en vigor de la normativa, especialmente las dos patronales de material cerámico: Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) y la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (ANFFECC).
Sobre el Puerto de Castellón
El puerto de Castellón ocupa el quinto lugar en número de contenedores de import/export –objeto de la normativa-, al mover 194.411 contenedores durante el pasado año. La mayor parte de la mercancía que se exporta es material cerámico, en concreto 1.844.549 toneladas durante 2015. Los principales destinos son Israel, Argelia, Libano, Libia y Nigeria, tal y como ha expuesto el director del puerto de Castellón, Roberto Arzo.
El puerto de Castellón ocupa el quinto lugar en número de contenedores de import/export
Por su parte, el gerente de la Fundación PortCastelló, Miguel Rojo, ha explicado durante la jornada informativa los mecanismos que está aplicando el recinto portuario castellonense para “seguir dando la misma calidad de servicio”. Además ha intervenido el capitán marítimo de Castellón, José Manuel Manaute, quien se ha referido a la mejora que supondrá la nueva normativa para la seguridad marítima.
Hay que recordar que l
a modificación del Convenio SOLAS realizado por la Organización Marítima Internacional (OMI) exige que un contenedor tenga verificado el peso bruto como condición para cargarlo en un buque para exportación. Este cambio, que afecta a toda la industria del transporte marítimo en contenedor, responsabiliza al embarcador de obtener el peso bruto verificado de un contenedor lleno y de comunicarlo a la naviera para que lo pueda remitir a la terminal.