Una vez más, el crecimiento estuvo impulsado por la contratación en empresas de logística y transporte. A abril se sumaron 60.327 nuevos afiliados al programa general, cifra superior en 8,39% a la registrada en los cinco primeros meses de 2021 del año pasado. De esta forma, la industria consolidó su cuarta posición entre las mayores generadoras de empleo, por detrás de la hostelería, el ocio -este último afectado por la estacionalidad- y la información y las comunicaciones.
Los autónomos disminuyen
“Los datos de afiliación conocidos hoy demuestran que logística y el transporte son uno de los nuevos motores de la economía española y, como tal, debe ser una prioridad en la agenda del Gobierno”, ha afirmado Francisco Aranda, el presidente de la patronal UNO Logística, tras analizar los datos.
La recuperación no es total, si progresiva
En el análisis del subsector (según códigos de la CNAE), correspondiente a mayo. Las actividades de transporte terrestre y por oleoducto y las actividades de almacenamiento representaron el 11,51% del total. El sistema agregó 3.958 nuevos registros y cerró a 34.393 personas en su conjunto.
Después de una caída acumulada hasta abril del año pasado, el transporte marítimo volvió a la senda de la creación de empleo, aumentando un 2,55 % durante el período.
Tras la caída acumulada hasta el pasado mes de abril, el transporte marítimo retoma la senda de creación de empleo con un 2,55% más en el periodo. Este avance viene motivado por la progresiva recuperación en el tráfico de mercancías tras el colapso de los puertos chinos, principalmente el de Shanghài.
La nota negativa proviene del régimen de autónomos, que continúa perdiendo afiliados a un ritmo del 1,92%, lo que se traduce en 4.116 trabajadores menos.
“Continuar mejorando la competitividad de nuestro sector requiere, de forma urgente, el impulso de medidas e incentivos que contribuyan a que la transformación digital y la transición hacia la movilidad verde llegue a las empresas de menor tamaño”, ha señalado Aranda, que ha insistido en que “la política fiscal amable debe ejercer de trampolín para el crecimiento de las empresas y la creación de empleo de calidad y no convertirse en una losa que frene el progreso de sectores como la logística que están ejerciendo de tractor de la recuperación”.
