Hay muchas formas de conseguirlo, y una de ellas es promoviendo un transporte público más respetuoso con el entorno, sin emisiones a ser posible. Y para ello, no importa el tamaño de dichas urbes. Pueden ser pequeñas, con una flota reducida, o de grandes dimensiones, como es el caso de Moscú, cuyo ayuntamiento acaba de hacer público que sus autobuses eléctricos, que llevan desde 2018 en funcionamiento, han superado la cifra de 300 millones de usuarios transportados. Y esta cifra es el doble de la población del país, por hacernos una idea. En la actualidad, las calles de Moscú son surcadas a diario por 1.055 autobuses eléctricos que recorren 79 rutas, con previsión de que a finales del año que viene, esa flota se haya duplicado. Para ello, durante este ejercicio se comenzará la instalación de 200 estaciones de carga ultrarrápida para autobuses eléctricos, y se abrirá el segundo parque de autobuses eléctricos, en el noroeste de Moscú, como ya contamos hace algunas semanas. Sin problemas "Estamos desarrollando activamente el transporte público ecológico de superficie. En dos años lanzaremos en Moscú 1.200 vehículos eléctricos de fabricación rusa. La primera ruta de autobuses eléctricos se puso en marcha en Moscú en septiembre de 2018 y ahora hay casi 80 de ellas. Por tercera temporada de invierno consecutiva, el transporte ha funcionado sin interrupciones cubriendo 126 millones de kilómetros. La llegada de nuevos autobuses eléctricos y la infraestructura de carga aumentarán la comodidad de los pasajeros y mejorarán el medio ambiente", según las palabras de Maksim Liksutov, teniente de alcalde de Moscú para el Transporte. Los autobuses eléctricos de fabricación rusa comenzaron a recorrer las calles de Moscú el año pasado. Cuentan con una autonomía de entre 80 y 90 km, teniendo en cuenta que la climatología en la ciudad no es la más favorecedora para el servicio.