"En los últimos meses hemos presenciado la eclosión de la Inteligencia Artificial, en gran parte gracias a la irrupción de forma masiva del famoso ChatGPT. Mientras la sociedad sigue inmersa en el debate sobre si es beneficiosa o perjudicial la exposición y utilización de este tipo de tecnologías, las empresas han comenzado una frenética carrera hacia la automatización y mejora de sus procesos a todos los niveles apalancados sobre este nuevo enfoque.
Este ámbito no es ajeno al transporte a nivel global, y el ámbito de la logística a nivel particular también está acelerando el ritmo de adopción de esta tecnología, si bien, ya es uno de los sectores que hace años había comenzado a beneficiarse de sus bondades.
Sobre lo que ha venido sucediendo en el pasado, entendemos que todos tenemos la fotografía clara: un entorno convulso y cada vez más tecnificado, sobre un tablero de juego cada vez más global. Es por ello que, llegados a este punto, debemos mirar al futuro para observar las tendencias que están aflorando.
Un papel esencial
Que el futuro del transporte es un espacio en el que la inteligencia artificial (IA) juega un papel fundamental a nivel optimización de rutas, predicción de la demanda y la mejora de la eficiencia en general, es algo que todos los participantes del Sector entendemos. Pero no sólo debemos mirar al sector, sino tener en cuenta cómo está afectando al entorno en el que nos movemos. Si comenzamos a enumerar los ámbitos, nos encontramos con los siguientes impactos:
-Para nuestras ciudades, la IA representa una oportunidad para mejorar la eficiencia del transporte y reducir la congestión en las carreteras. Ésta puede ayudar a los usuarios del transporte público y privado a encontrar la mejor ruta a su destino, teniendo en cuenta los datos de tráfico y clima en tiempo real. Esto afecta a los profesionales del transporte también. Y no sólo eso, sino que la predicción de la demanda puede ayudar a las autoridades de transporte a ajustar sus servicios en consecuencia, lo que significa que se pueden reducir el hacinamiento, descongestionar espacios y mejorar la eficiencia del transporte, haciendo que sea más económico y sostenible. Citymapper o Moovit son algunos ejemplos de la utilización de tecnología en este ámbito.
-En cuanto a los profesionales del transporte, el impacto ha creado una nueva oportunidad para mejorar la eficiencia y reducir los costes. La optimización de rutas y el mantenimiento predictivo de vehículos e infraestructura pueden ayudar a prevenir averías, reducir los tiempos de inactividad y mejorar la seguridad. Además, la predicción de la demanda puede ayudar a los transportistas a ajustar sus servicios en consecuencia, lo que significa que se pueden evitar el exceso o falta de inventario y garantizar que los productos y materiales se entreguen a tiempo. Si sumamos estos beneficios a la inminente aparición de los vehículos autónomos, el cambio en cuanto al futuro del Sector es más que evidente.
Algunos ya lo tienen claro
Hay empresas que ya lo tienen muy claro, como es el caso de Maersk. Esta empresa de transporte marítimo está utilizando la IA para mejorar la eficiencia en la gestión de sus barcos y contenedores. Se utiliza a diario para optimizar las rutas de envío, reducir los tiempos de inactividad y mejorar la seguridad. Esto a nivel operativo, pero de cara a sus clientes también utiliza esta tecnología que permite analizar grandes volúmenes de datos en poco tiempo para facilitar a sus clientes visibilidad sobre la mercancía enviada.
Si nos centramos en este último ámbito, la mercancía y la carga, es donde realmente se están haciendo las grandes aportaciones de calidad con inteligencia artificial. Las soluciones están permitiendo ayudar a las empresas de transporte a monitorizar la ubicación, temperatura y condición de los productos y materiales en tiempo real, permitiendo que identifiquen y aborden rápidamente los problemas. Al final son reducciones de coste radicales gracias a la predicción temprana.
En resumen, el futuro del transporte se ve muy prometedor gracias a la Inteligencia Artificial, aunque hay muchos desafíos por superar. Nos encontramos en una posición única para transformar la forma en que nos movemos y vivimos nuestras vidas. Pero mientras que la sociedad sigue en el debate, las empresas no pueden perder el tiempo, ya que nos encontramos en el mismo punto en que las empresas hace treinta años experimentaron con la aparición del correo electrónico: Es una tecnología nueva a la que algunas compañías podrán sacar gran beneficio en corto, incluso alguna ventaja competitiva sostenible, pero que a largo plazo será un estándar para toda la sociedad. ¿Por qué esperar a implantarla? Es hora de abrazar el futuro y trabajar juntos para hacer realidad su potencial".