Según el texto comunitario, los controles que se realicen con arreglo a las disposiciones tanto de la UE como nacionales no podrán practicarse en lo sucesivo en concepto de controles en las fronteras, "sino únicamente como procedimientos de control normales aplicados de forma no discriminatoria en el conjunto del territorio de un Estado miembro".
La norma se ha redactado tras tomar en cuenta el Reglamento 4060/89 del Consejo sobre la eliminación de controles practicados en las fronteras de los Estados miembro. Este texto se ha modificado para ofrecer "una mayor racionalidad y claridad". Además, la libre prestación de servicios en el transporte, explica el nuevo reglamento, que es un elemento importante de la política común prevista en el Tratado, que tiene como objetivo la fluidez de la circulación.
Los Estados miembros practican controles, comprobaciones e inspecciones sobre las características técnicas a las que deben ajustarse los vehículos y sobre las autorizaciones y otros documentos. Estos controles siguen estando justificados en general para evitar perturbaciones en la organización del mercado para garantizar la seguridad vial, pero "el paso de la frontera no debe ser pretexto del cumplimiento de dichas operaciones".
El reglamento se aplicará a los controles practicados por los Estados miembros con arreglo a la legislación comunitaria o nacional en materia de transporte.
