Pedro Calvo, delegado de Seguridad y Movilidad, fue el encargado de presentar, el pasado miércoles, esta iniciativa promovida por Diageo y la Asociación Nacional de Empresarios por la Calidad del Ocio, en colaboración con el Consorcio de Transporte y la Comunidad de Madrid. El delegado aseguró que uno de los objetivos del Ayuntamiento es impulsar campañas de fomento del uso del transporte público frente al vehículo privado. "Durante los fines de semana y vísperas de festivos, en horario comprendido entre las 23.30 y las 6.00 horas, funcionan en Madrid 38 líneas nocturnas de la EMT, concretamente 26 líneas de búhos a las que se suman otras 12 líneas de MetroBúhos, que hacen en superficie el recorrido de las líneas de metro".
Con una red total de 894 kilómetros, si se suman la red nocturna convencional y la de MetroBúho, el número de autobuses de la EMT que presta servicio las noches de los viernes, sábados y vísperas de festivos es cercano a los 200, cuatro veces más que el número de autobuses que circulan los días laborables en horario nocturno. En 2007 los autobuses de la red nocturna han transportado en 191.095 horas de servicio a 6.860.000 viajeros, unas cifras que sitúan este servicio entre los mejores de Europa.
"Todos estos medios -explicó Calvo- serían en papel mojado si no van acompañados de una respuesta responsable por parte de los usuarios. Siempre que consumamos alcohol estamos llamados a dejar el coche aparcado y elegir alguna de las opciones de transporte público. A ello van encaminados también los controles preventivos de alcoholemia que realiza la Policía Municipal, cuyo fin es reducir la siniestralidad vial".
Reducir la siniestralidad
Se ha comprobado que el grupo con mayor riesgo a la hora de sufrir un accidente de circulación en ciudad es el conductor joven, varón, de entre 21 y 30 años y las causas principales la imprudencia, la velocidad y la influencia del alcohol en la conducción. El Ayuntamiento desarrolla diversos programas que han dado lugar a comportamientos ciudadanos más solidarios y buenas prácticas en relación con la Seguridad Vial. A estos programas se suma el Plan de Seguridad Vial puesto en marcha en 2007 y que se compromete a reducir las 104 víctimas mortales del año 2000 a 52 en 2010.
