En Madrid se inspeccionaron 20 de las líneas de las que los que utilizan este transporte se quejan sobre todo de la impuntualidad, pese a que los técnicos midieron como retraso a partir de los cinco minutos de la hora anunciada, debido a lo variable del tráfico. Exceptuando la puntualidad, los usuarios están satisfechos con casi todo: el 82% considera que las diferentes zonas y barrios están bien conectados. Y lo mejor valorado es el confort en el viaje y la información al usuario, que obtuvo de las notas más altas frente al "aceptable" de media nacional. También se ha valora la accesibilidad, que el precio del billete (un euro) roza la media, la antigüedad de la flota (cuatro años y medio) y que el 90% de los apeaderos dispone de marquesinas y bancos.
Según la revista que ha realizado este estudio, la ciudad de Málaga ha mejoro, ya que resulta llamativa la "espectacular mejora" que ha experimentado el servicio de autobuses urbanos de respecto a 2003. En ese año se realizó un estudio similar y la calificación que obtuvo fue de 'mal' frente al 'muy bien' que obtiene en éste. De hecho, esta nota es una de las mejores valoraciones del estudio, ya que supera al 'bien' que se obtuvo de media entre las 18 ciudades analizadas.
