Según el documento, "más allá de la preocupante lentitud, hay otros aspectos que generan serias dudas, entre los cuales se encuentra la instrumentación de las medidas (el crédito oficial no llega con facilidad a las empresas ni a los autónomos); la intensidad (se ha pensado más en el sistema financiero que en el sistema productivo); la focalización (primar un determinado sector productivo en crisis plantea un problema de discriminación respecto al resto de sectores), y el olvido de los actores pequeños".
La actuación de ayer tiene tres finalidades, según los convocantes:
- Mostrar nuestro desencanto porque la gestión de la crisis se está realizando sin tener en su debida cuenta a pymes y autónomos.
- Efectuar propuestas al gobierno para facilitar el ajuste que la crisis requiere.
- Apuntar actuaciones de carácter estructural que, más allá de la actual coyuntura, sirvan para establecer unos fundamentos de modelo económico con bases más competitivas que las actuales.
"Nuestra actuación no solamente va dirigida a los distintos eslabones del poder político —indica el documento—, sino que pretende también enviar el mensaje que es necesaria la complicidad de la sociedad en general y de los agentes sociales en particular. El tipo de soluciones que se requieren puede comportar costes a todos los niveles, pero es necesario abordarlas con firmeza para posibilitar un modelo productivo más preparado para el futuro".
Objetivos
Las propuestas que se efectúan en el documento apuntan hacia la consecución de dos objetivos:
1) Reforzar la capacidad de resistencia de las pymes y autónomos durante la crisis. En este ámbito es particularmente determinante solucionar la crisis de liquidez y dar más facilidades para que el empresario pueda realizar los ajustes necesarios, preferibles a que opte por el cierre final.
2) Sentar nuevas bases de progreso. Los objetivos a medio y largo plazo irrenunciables sobre los que emplazamos a los responsables de la política económica y a las empresas tienen unos parámetros bien conocidos: productividad, competitividad del factor trabajo, cultura del esfuerzo, emprendeduría, prima de la inversión sobre el consumo, innovación, ética, sostenibilidad, educación,... Se trata de actuaciones estructurales, con resultados a largo plazo, imprescindibles para dar respuesta a los retos competitivos que nos plantea la economía globalizada en la que nos movemos.
Entre las asociaciones firmantes del documento, en lo que respecta al transporte, se encuentran la Asociación Catalana de Empresas de Distribución, la Asociación de Agencias de Transporte y Mudanzas, la Asociación de Agencias de Transporte, la Asociación menorquina de Empresas de Transporte, la Asociación de Transportistas de Mallorca, la AGT de Castellón, la Federación Empresarial de Autotransporte de Tarragona, Festco, Tradime y Fetransa.
