La Comisión Ejecutiva ha considerado que globalmente el sistema propuesto por el Gobierno responde a los criterios y expectativas de la organización, ya que se establece un sistema de cotización moderada, un esfuerzo neto de un 1% sobre la base de cotización, aún manteniendo la previsión de prestaciones que se recogían en el primer documento. Esta cotización será voluntaria para todos los autónomos que actualmente no cotizan por accidente de trabajo y enfermedad profesional.
Si bien es cierto que el periodo de duración de la prestación, máximo seis meses, queda muy por debajo del previsto para los trabajadores por cuenta ajena, sin embargo UPTA cree que en estos momentos la situación económica no aconseja un esfuerzo de cotización mayor que el previsto, esfuerzo que sería necesario (en el entorno del 7%) para homologar los sistemas.
Sin embargo, UPTA presentará una alegación en el sentido de que el Gobierno deberá incrementar el periodo de prestación a partir de los veinticuatro meses de la puesta en marcha del sistema, si las condiciones financieras, que para entonces ya estarán contrastadas, lo permiten.
Reorientación profesional
Por otra parte, UPTA propone que se vuelva a recuperar la idea expresada por los expertos consultados de que se cree un fondo para la Reorientación Profesional de los autónomos que hayan debido cesar su actividad. Este fondo estaría dotado con un 2% anual del total de las reservas acumuladas y sería gestionado por el Ministerio de Trabajo e Inmigración.
Asimismo, se presentarán propuestas para mejorar el acceso al reconocimiento de la situación legal de cese de actividad para los trabajadores autónomos económicamente dependientes y para las mujeres que sean beneficiarias de las prestaciones por maternidad.
