El consejero de Transportes e Infraestructuras, José Ignacio Echeverría, ha asistido anteayer al comienzo de las obras que cuentan con un presupuesto de casi 20 millones de euros y para las que se contempla un plazo de ejecución de 18 meses. Echeverría ha explicado que "cuando el volumen de vehículos es elevado en este tipo de cruces las rotondas se saturan, provocan atascos y, además, no garantizan la seguridad vial, ya que los conductores tienden a apurar el paso para evitar demoras, lo que incrementa la siniestralidad".
La construcción de estos enlaces a distinto nivel redundará en un importante incremento de la seguridad vial, ya que actualmente confluyen en esta zona 50.000 vehículos al día, de los que unos 4.500 son camiones y otros vehículos pesados, lo que se traduce en importantes congestiones
de tráfico.
Este proyecto se enmarca dentro de un conjunto de actuaciones que la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha a lo largo de esta legislatura con el objetivo de eliminar de las carreteras regionales aquellas intersecciones que por sus características resultan inadecuadas para la regulación del tráfico en vías con una densidad de paso elevada. En este sentido el Consejero ha recordado que "dentro de estas actuaciones de nuevos enlaces ya está en marcha una obra en la M-503 en Pozuelo de Alarcón, está en fase de adjudicación otra en la M-300 en Alcalá de Henares; y ahora iniciamos este proyecto en la M-407".
Esta es la segunda obra de envergadura que el Gobierno regional acomete en la M-407, tras la inauguración en mayo de 2007, de los 12 kilómetros de autovía que unen Fuenlabrada con Griñón.
Cambios sobre el proyecto inicial
Echeverría ha destacado que el proyecto final de esta obra es diferente al que se planteó en un principio "porque así nos los pidieron los vecinos y gracias a su colaboración y a la de los técnicos municipales, el proyecto final no eleva el tronco de la carretera y tendrá una menor afección acústica y visual".
