El Congreso desarrollado en ‘La Unión Industrial de Turín’, celebra su cuarta edición y ha sido esponsorizado por Iveco y organizado por La Asociación Técnica del Automóvil (A.T.A.), en colaboración con AMMA y la Cámara de Comercio de Turín, confirmándose como un observatorio cualificado para proporcionar indicaciones que permitan comprender mejor lo que está ocurriendo en el mundo de la automoción.
Paolo Monferino, tras explicar el fuerte crecimiento que se ha producido en los últimos años en las actividades de Iveco en América Latina y especialmente en China, hizo hincapié en que actualmente aún existen barreras a la globalización de productos, con diferencias en costes, especificaciones técnicas y calidad. Es probable, continuó Monferino, que las barreras técnicas se vayan superando de forma progresiva con un proceso de alineamiento de los centros productivos en las diferentes áreas del mundo, aunque este proceso requerirá varios años. El proceso de flexibilización de barreras a actividades comerciales y protección de actividades industriales locales será aún más lento.
¿Cuál será entonces el desarrollo futuro de la globalización en un periodo en el que se habla de una posible inversión de la tendencia, con reubicación de la producción en zonas regionales más pequeñas? "El verdadero motivo por el que no creemos en una de-globalización en nuestro sector —señaló Monferino— es porque los beneficios de la economía de escala, trabajando en plataformas comunes para los mismos productos en diferentes regiones del mundo será un factor competitivo clave para nuestro futuro".
Iniciativas
El C.E.O. de Iveco continuó subrayando como ya en el inicio de esta crisis se pusieron en marcha diversas iniciativas del Gobierno que, con el objetivo de salvaguardar intereses locales y nacionales, han introducido distorsiones en el mercado y en las reglas para la libre competencia.
Focalizando el análisis en Europa, Monferino añadió que los recientes esfuerzos regulatorios de la Unión Europea han ido dirigidos particularmente a las políticas orientadas a la reducción de emisiones de gases que producen el efecto invernadero en el campo de los vehículos a motor.
"Reconocemos la importancia de afrontar de manera decidida este problema y la necesidad de colaborar por nuestra parte —concluyó Monferino— sobre todo porque el Grupo Fiat ostenta un liderazgo reconocido internacionalmente en este campo. Pero lo que pedimos es no ser penalizados por medidas que no tienen en cuenta la realidad. Tal y como, lamento decirlo, parece ser el caso con las regulaciones recientemente adoptadas por la Comisión Europea sobre emisiones de CO2 de los vehículos comerciales ligeros".
