La base de partida para negociar el plan de reestructuración de la fábrica de Figueruelas es, según ha indicado Aliaga, el pactado con Magna, que preveía 900 despidos, pero aún no se trata de una "cifra definitiva". El consejero ha reconocido que "hemos arrancando este compromiso a GM pero se están produciendo modificaciones en la demanda de un tipo o de otro vehículo que pueden afectar a unas u otras plantas porque se está reactivando el mercado".
Según el consejero aragonés, el plan de reestructuración tiene "tres patas": una, industrial, otra, la de la financiación, en la que se ha pedido la ayuda de los Gobiernos, y la última el plan de ahorro, cuestiones que se deben "negociar y consensuar" en Europa porque la "solución es europea". Por ello, está previsto que se celebre en Bruselas una reunión de la Comisión de Competitividad, a la que asistirán representantes de los países de la UE, incluido el ministro español de Industria, Miguel Sebastián, para articular un mecanismo compatible de ayudas públicas.