No obstante, los 200 altos directivos entrevistados, en representación de fabricantes y proveedores de vehículos de todo el mundo, afirman que siguen enfrentándose a determinados obstáculos, incluidas las altas tasas de desempleo, unos mercados de crédito en recuperación pero aún limitados y la falta de claridad en cuanto al impacto de las nuevas regulaciones y programas de estímulo. En consecuencia, consideran la rentabilidad la mayor preocupación para este año; si bien un 25% espera que crezcan los resultados, casi el 40% prevé que esta rentabilidad sea estable y un 33% pronostica un descenso.
"Aunque los resultados arrojados por el estudio de este año son considerablemente más positivos que los del anterior, los directivos de todo el mundo siguen siendo cautos, prestando especial atención a los cash-flows y al control de costes, lo que no debe resultar sorprendente dada la agitación experimentada por el sector", afirma Marcelo Veiga, responsable de Operaciones en el Sector Automoción de KPMG en España. "Los participantes creen que las compañías más favorecidas serán aquéllas que sean capaces de aumentar su cuota de mercado en un entorno económico incierto, aprovechando al máximo las cadenas de suministro y productos globales", añade.
Ante la pregunta de cuáles serán las marcas que incrementen su cuota de mercado durante los próximos cinco años, los directivos participantes han apuntado a nuevos fabricantes de vehículos chinos e indios, así como el mantenimiento del liderazgo por parte de las ya existentes compañías globales: Kia/Hyundai, Toyota, Honda y Volkswagen. Ford ha doblado su resultado a este respecto en relación al año anterior, ya que un 29% espera que incremente su cuota de mercado este año.
Incremento en la actividad de fusiones y adquisiciones
Casi las tres cuartas partes de los participantes en el estudio opinan que se incrementará el número de alianzas, fusiones y adquisiciones entre fabricantes de vehículos durante los cinco próximos años. Asimismo, una amplia mayoría de los participantes cree que también se incrementará en el caso de proveedores tier 1 (algo más de un 70%), tier 2 (56%) y distribuidores y concesionarios (52%). Estas cifras están en línea con los resultados del año anterior.
Según lo recogido en el estudio, entre los factores específicos para acometer alianzas, fusiones y adquisiciones se incluye exceso de deuda y riesgo de quiebra (89%), acceso a nuevas tecnologías y productos (84%), potenciales sinergias en productos (83%), y acceso a nuevos mercados y clientes (82%).
La sobrecapacidad, una importante preocupación
A pesar de los significativos recortes de producción realizados en los últimos años, casi nueve de cada diez directivos siguen preocupados por el exceso de capacidad. En el caso de Europa Occidental y Japón las cifras son similares y los participantes ven el exceso de capacidad como un problema igualmente. Y si bien en la actualidad únicamente el 7% de los directivos percibe este problema en China, para el 33% supone una preocupación para dentro de 3-5 años y el 31% la ven para dentro de 6-10 años.
"Los directivos afirman que a pesar de que han venido trabajando duro durante el pasado ejercicio, todavía les queda mucho camino por recorrer para equilibrar la oferta y la demanda", afirma Veiga. "(Ellos) comentan que a pesar de haber atravesado un año de cierres y quiebras, la sobrecapacidad a nivel global sigue constituyendo una cuestión a tener en cuenta; es una de las razones clave para que continúe la reestructuración del sector, lo que aumenta las posibilidades de que se incremente la actividad de fusiones y adquisiciones", agrega Jorge Riopérez socio responsable del Sector de Consumo e Industria de KPMG en España.
