Según ha informado la Associated Press, el proyecto incluye la compra de 3.150 autobuses nuevos gracias a un préstamo de 450 millones de dólares otorgado por el Banco de Desarrollo Económico y Social de Brasil. La deuda será absorbida por el gobierno central y los empresarios del transporte.
Todos los buses nuevos, que empezarán a circular en la última semana de marzo tendrán un "botón de pánico" que avisará a la Policía Nacional Civil (PNC) cuando haya problemas dentro de la unidad, informó el gobierno. Además tendrán un sistema de localización satelital GPS, al cual tendrá acceso la Policía.
El gobierno aportó 3,5 millones de dólares para crear paradas que contarán con seguridad privada y cámaras de seguridad.
Según estimaciones de la alcaldía a diario 1,2 millones de personas utilizan autobuses del transporte público, que se ha visto afectado en los últimos años por la violencia contra los conductores. En lo que va del 2010, once conductores han muerto en ataques por parte de pandilleros que suelen cobrar a las unidades por dejarlas circular. Durante el 2009 fueron asesinados más de 180 choferes por parte de grupos delictivos.
Luis Gómez, presidente de la Asociación de Empresarios del Transporte Urbano de la capital guatemalteca, expresó su confianza en que esto cambie. "Ahora será un sistema de prepago con una tarjeta electrónica donde los pilotos (conductores) no manejarán dinero. Los usuarios lo comprarán en quioscos. Habrá más seguridad y esperamos que reduzcan los crímenes", dijo Gómez.
La municipalidad aportará una escuela de conductores para capacitar a los choferes en educación vial. Se espera que el nuevo sistema de transporte genere más de 5.000 empleos.
