El vehículo eléctrico es una oportunidad para la industria europea, según el Ministerio de Industria, ya que "su implantación conlleva el desarrollo de nuevas tecnologías, actividad innovadora, generación de alto valor añadido, creación de empleo de calidad, posibilidades de potenciar las exportaciones, mejora de la eficiencia y del ahorro de energía, control de las emisiones de CO2 y reducción de la dependencia del petróleo y sus derivados".
Por eso, la Presidencia española considera que el liderazgo en la implantación del vehículo eléctrico debe llevarse a cabo desde las instituciones comunitarias. Durante la Reunión Informal de ministros, a comienzos de esta semana, la Presidencia propuso a la Comisión Europea la adopción de una estrategia común para este tipo de vehículos, que se debatirá en el Consejo de Ministros de mayo.
Previo al debate de las conclusiones con el resto de los Estados miembros, la Presidencia española abrió la sesión al diálogo intersectorial con los fabricantes de automóviles, con las empresas energéticas y del sector TIC, que se vio reforzada por una exposición de vehículos eléctricos, en la que tomaron parte 15 marcas.
Satisfacción en Acea
A este respecto, Acea manifestó su apoyo a la medida aportada por España, ya que la movilidad eléctrica jugará un papel esencial en el futuro, y es necesaria la colaboración entre las administraciones y los fabricantes en algunos aspectos. Además, igual de importante es mantener un continuo acercamiento a la movilidad sostenible, ya que las propulsiones convencionales con combustibles fósiles seguirán prevaleciendo durante muchos años, lo que obliga a continuar trabajando en este campo.
Los fabricantes aspiran a un marco ambicioso y realista, que permita la promoción de la e-movilidad. "Los beneficios ecológicos de la movilidad sin emisiones son obvios. Ahora estamos en punto en el que, al contrario que en el pasado, la propulsión eléctrica ha llegado a convertirse en una alternativa viable", según comunicó el presidente de Acea, Dieter Zetsche, a los ministros participantes en la reunión.
Los esfuerzos para lograr una exitosa movilidad, tanto desde la óptica comercial como desde la medioambiental, deberían estar construidos sobre cinco pilares principales, a juicio de Acea: una política coordinada y a largo plazo hacia la movilidad sostenible; estándares globales para la recarga de los vehículos; impulsar la aceptación y la demanda del cliente mediante incentivos de mercado y amplias infraestructuras de recarga; apoyo en el apartado de I+D; y una producción con energía con menos carbono.
