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Ecologistas en Acción reacciona ante la Cumbre del Transporte denunciando el ‘desfase’ entre discursos y realidad

‘Una movilidad sostenible basada en el uso masivo del coche es una quimera’, advierten desde la agrupación

martes 16 de febrero de 2010, 01:00h

A raíz de la cumbre de ministros de Transporte celebrada este fin de semana (ver noticia anterior), Ecologistas en Acción —confederación de más de 300 grupos ecologistas españoles— ha hecho público un documento en el que denuncia las contradicciones del encuentro ante el "desfase" existente entre los discursos de movilidad sostenible en la UE y las políticas reales de transporte, "desfase que resulta ser abismal en el Estado español".

La agrupación recuerda que el transporte es el sector "más desbocado" en cuanto a sus emisiones de CO2, produciéndose la mitad de estas emisiones en las zonas urbanas y metropolitanas. "Las emisiones de CO2 en el transporte por carretera son las que más han aumentado desde 1990, tanto en el Estado español —prácticamente el doble hasta 2007 (un 97%), si bien luego se han reducido algo por la crisis, no por las políticas de las administraciones— como en Europa —donde el aumento ha sido del 32%—. De hecho, el transporte es ya en España el sector que más gases de efecto invernadero emite, por encima del 25% del total. Siendo éstos los datos, es evidente que las cosas no se están haciendo bien pese a los discursos de movilidad sostenible", declaran los ecologistas.

Contradicciones detectadas

Dado que los principales emisores de CO2 son los coches, las políticas de movilidad más urgentes "deben ser simultáneamente de disuasión y estímulo", reflexionan los ecologistas. "Disuasión del uso del automóvil mediante los múltiples mecanismos posibles (parquímetros, restricciones de acceso, peajes, no ampliación de carreteras, ‘pacificación’ del tráfico, etc.) y estímulo de los medios más favorables (mejoras en el transporte público, con carriles exclusivos, itinerarios peatonales y ciclistas seguros, ampliación de aceras…)".

El documento lamenta que, pese a esta situación, la política europea, "y sobre todo la española", vaya por otro camino, al seguir aplicando la receta de incrementar el viario para solucionar atascos, mantener una política de ayudas al sector del automóvil ("todos los administradores públicos hablan de movilidad sostenible, pero no es menos verdad que por cada euro que se invierte en movilidad alternativa muchos más se gastan en favorecer el uso del automóvil") y centrar las expectativas en las mejoras tecnológicas de la eficiencia de los automóviles, siendo que "éstas siempre han sido en buena medida neutralizadas y sobrepasadas por el mayor uso de los nuevos automóviles".

"Ahora la gran esperanza para la sostenibilidad del transporte parece ser el coche eléctrico, olvidando que fabricar un coche consume tanta energía como la que emplea para desplazarse 60.000 km, que la electricidad que los alimenta procede en un 70% de centrales térmicas y nucleares (según el mix eléctrico español), que también requieren de autovías…", continúa el texto.

Finalmente, las asociaciones advierten que "una movilidad sostenible basada en el uso masivo del coche es una quimera" Por ello, la única estrategia razonable es "reducir las necesidades de movilidad y apostar sin fisuras por el transporte público, algo que, más allá de los discursos, no parece estar en la agenda de los Ministros de Transporte de la UE".