La vicepresidenta de la Comisión de la IRU para Asuntos Sociales, Roxana Ilie, comentó que "la crisis ha golpeado muy duro al transporte por carretera en términos de bancarrota en las compañías y pérdida de empleo. Las medidas gubernamentales de apoyo a las empresas han sido, como mucho, esporádicas, y existe una necesidad urgente de adecuar las acciones de la industria para tratar de mantener el empleo cualificado en el Sector, hasta que la economía se recupere. Todas las compañías de transporte por carretera deben implementar estrategias con las mejores prácticas para resolver este acuciante problema".
Del mismo modo, los presentes reconocieron el riesgo de volver a la escasez de conductores, a menos que se hagan esfuerzos en mejorar la llegada y permanencia de conductores, que permitan construir una fuerza de trabajo sostenible. Esto incluiría acuerdos laborales entre empresarios y trabajadores para desarrollar planes, fijar las necesidades formativas en relación a las expectativas de la empresa, y que todo fuera periódicamente revisado.
Los participantes en el seminario analizaron campañas de imagen, como la iniciativa danesa "Mantener Dinamarca en Movimiento", las cuales son vitales para informar a potenciales conductores y a la opinión pública con una percepción más adecuada de la contribución del transporte por carretera a la economía y a la sociedad, así como las oportunidades laborales que plantea.
Una nueva cultura
El presidente de la misma Comisión de la IRU, Georges Causse, recalcó la importancia de avanzar tanto en el reclutamiento como en la retención de los conductores: "Una nueva cultura, basada en la adquisición de habilidades debe ser desarrollada en el Sector del transporte por carretera, con el objetivo de atraer nuevos miembros a la profesión. De este modo, lograríamos una situación de beneficio mutuo, tanto para las empresas como para los conductores, porque en una economía globalizada, no es un problema que la compañía sea grande o pequeña, sino que sea competitiva mediante la calidad de sus servicios. Y nada puede mejorar la calidad como la formación adecuada, y nada puede ayudar más a retener los conductores como el desarrollo de sus habilidades para ser los mejores en su campo".
Los participantes concluyeron que las habilidades y la formación contribuirán significativamente a alcanzar el objetivo de la industria de incrementar la seguridad vial y reducir su huella de carbono a través de una conducción más eficiente, mientras que concede interesantes perspectivas de desarrollo para una satisfacción profesional y el orgullo particular de los conductores.
