¿En qué dirección caminan las previsiones de Mercedes-Benz para 2010?
Creemos que el mercado se comportará de modo similar al año pasado. Prevemos cierta disminución en matriculaciones de urbanos, pero no en términos de actividad. La tendencia será parecida, aunque la gran incógnita será el impacto de las elecciones de 2011 sobre el mercado de urbanos en el segundo semestre de este año. Para nosotros, dicho impacto servirá para compensar la debilidad del primer semestre. En cercanías, todo apunta a que será un año razonablemente bueno, sobre todo debido al plan de modernización de flota que ha puesto en marcha el Consorcio de Madrid por la prórroga de las concesiones. Tenemos puestas muchas esperanzas, porque el número de unidades a renovar es elevado, pero el éxito de este Plan depende de la valoración del riesgo de las entidades financieras. También existe una duda latente, porque los vehículos a renovar tienen entre cinco y 12 años, pero habrá que determinar el valor de uso y de cambio de dichas unidades, porque el horizonte al que se tiende es a una edad media de cinco años. Esta duda podría frenar un poco la ejecución del plan. Pero para Mercedes-Benz, existe un mercado potencial importante que compensará un poco la debilidad del segmento de más de ocho toneladas en su conjunto, que entendemos que caerá en 2010.
¿Qué papel está destinado a jugar el vehículo híbrido?
El vehículo con un rendimiento más alto es el diésel. Desde el punto de vista de respeto al medio ambiente, el autobús y el autocar diésel, con motores Euro 5 ó EEV, son ahora mismo tremendamente respetuosos, con tecnologías muy testadas y eficaces, rentables y fiables, con unos costes de inversión bien equilibrados. A partir de ahí, creo que se deben abrir vías para tecnologías alternativas, eléctricas, de gas o híbridas de segunda generación. Ahora bien, todo eso requiere de una metodología y la aplicación de criterios empresariales razonables. No todas las tecnologías sirven para todos los vehículos y aplicaciones. En el futuro, lo que hay que desarrollar son soluciones de movilidad, en las que el vehículo es un elemento más, que cumple con el cuidado del entorno de sobra. Hay que hablar por supuesto de híbridos, cuyos desarrollos están en fase de proyecto en todas las marcas, pero tenemos que llegar a un híbrido con emisiones cero. Las actuales, con diésel, son pasos intermedios. Lo ideal es un sistema que responda como solución de movilidad. Tenga la tecnología que tenga, mientras que los autobuses tengan que seguir compartiendo vía con el transporte privado, nunca dará todo el rendimiento de que es capaz, en términos de movilidad y de rentabilidad. Las soluciones BRT, por ejemplo, aportan soluciones globales a la movilidad, pero el autobús es sólo una parte del sistema. Si lo sacamos de la vía compartida y lo ponemos en una reservada, el consumo y las emisiones se reducen en un 50%, la velocidad comercial se multiplicaría por dos, la frecuencia se estabilizaría, la calidad de servicio estaría más garantizada. Por eso, creo que se debería trabajar más en el sistema en su conjunto, para optimizar los medios disponibles que intervienen en él, entre los que se incluye el autobús.
¿Qué novedades se esperan en cuanto a gama de producto de la marca?
Creo que la gama está en un momento dulce, con la última tecnología incorporada y, aunque estamos en continua evolución y desarrollo, como corresponde a la marca, no preveo demasiadas novedades de producto durante este ejercicio. En 2010 entraremos en la última fase de lanzamiento del Citaro híbrido, y continuaremos trabajando en el desarrollo de los motores Euro 6. No manejamos una fecha definida, porque depende de la evolución de la economía. Si se recupera, es posible que se genere una demanda anticipada de estos motores, pero en caso contrario, sólo se produciría por cuestiones políticas. El empresario no estará dispuesto a asumir la diferencia de precio que supondrá, excepto que encuentre una tasa de retorno satisfactoria.
En resumen, ¿cuál sería el balance de 2009 y las expectativas para este año?
Por nuestra parte, hemos sufrido un año complicado, por el impacto de la crisis financiera sobre los transportistas y su acceso al crédito, y por la caída de los viajeros. Esto último ha llevado a un proceso de ajuste del parque, y el excedente de vehículos ha saturado el mercado de ocasión, frenando la venta del nuevo. Además, el Plan VIVE arrancó de forma muy rápida, pero no ha tenido el efecto positivo en el mercado que se esperaba, y de hecho, se acaba de reformado. Espero que, con esta segunda versión del Plan se dinamicen las ventas. Las ayudas en el proceso de financiación se diluían por la exigencia de que todos los vehículos fueran accesibles, cuando había algunos que no lo requerían, y el efecto coste/beneficio se neutralizaba. En nuestra previsión de cuota, el objetivo es mejorar en urbanos, mantener y mejorar en lo posible en interurbanos de largo recorrido, y asumir el reto de mejorar la presencia, hasta ahora testimonial, en el segmento de cercanías. Y el plan de Madrid nos brinda una excelente oportunidad.
