Desde esta instalación se atiende a 586 centros comerciales y al día se entregan más de 10.000 palés y 650.000 productos. Cada uno de esos palés que salen diariamente de las naves de gran consumo del almacén central de El Corte Inglés en Valdemoro va etiquetado con un chip RFID. Al cargar los palés en el camión, un arco situado en cada muelle recibe la información grabada en ese chip, un mensaje de voz anuncia que es 'correcto' y una luz verde indica que lleva la carga correspondiente y que, efectivamente, debe ir en ese camión. Este proceso apenas tarda unos segundos.
Con este sistema, la compañía ha reducido al mínimo las incidencias por errores humanos y disminuido el tiempo de carga de cada camión, a la par que ha evitado la salida de mercancía con un destino equivocado. Todo esto supone una importante reducción de los costes logísticos de El Corte Inglés. El sistema es muy fácil de usar, por lo que los tiempos de adaptación y aprendizaje del personal son mínimos.