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SISTEMA EUROPEO DE AUTOBUSES DEL FUTURO

Volvo anuncia un nuevo articulado que saldría al mercado en 2011 y que ‘reorganiza’ los elementos internos

La idea es utilizar la simulación de flujos y el estudio de los pasajeros para reducir los tiempos de espera

martes 27 de julio de 2010, 01:00h

Aplicando los nuevos conocimientos referentes al comportamiento de los pasajeros y a la simulación avanzada de flujo, Volvo —en el marco del programa EBSF— intentará identificar la ‘disposición óptima de los elementos’ dentro del autobús. "El objetivo es que el embarque y la salida se produzcan lo más rápido posible, reduciendo el tiempo que los autobuses permanecen en las paradas", comenta Thomas Lezama, de Volvo Technology.

Las ventajas de aumentar el número de personas que utiliza el autobús son ya conocidas. Sin embargo, pese a que este medio de transporte suele ser el más frecuente en las ciudades, muchos factores aún hacen que la gente dude a la hora de dejar su coche en casa y coger el autobús.

La UE está apoyando un amplio programa de investigación denominado European Bus System of the Future, o EBSF (Sistema Europeo de Autobuses del Futuro), cuyo objetivo es hacer el transporte urbano en autobús más atractivo mediante el desarrollo de nuevos autobuses y soluciones de infraestructuras, aprovechando a la vez los excelentes ejemplos que ya están disponibles. En el proyecto participan 47 socios, incluyendo a los principales fabricantes en Europa, con un presupuesto total de 26 millones de euros.

Uno de los principales obstáculos a la hora de preferir el autobús por sobre el coche es que los trayectos toman más tiempo. El proyecto de investigación que están llevando a cabo Volvo Buses y Volvo Technology dentro del programa de EBSF implica la identificación de una nueva disposición dentro de los vehículos que reduzca los tiempos de subida y bajada, y por tanto de arranque y recorrido del autobús.

La base del proyecto de investigación de Volvo es un estudio sobre comportamiento de los usuarios que se está llevando a cabo  en la Chalmers University of Technology, en Gotemburgo. Los investigadores realizaron una considerable cantidad de viajes en distintas ciudades europeas, estudiando a los pasajeros en distintas situaciones. Se analizaron aspectos como las reacciones de los pasajeros frente al número de puertas, la ubicación de las máquinas cobradoras, la disposición de los asientos, el diseño del área de pasajeros de pie y otros factores.

De este estudio surgieron ocho categorías de ‘pasajero típico’, creándose descripciones claras de sus comportamientos a bordo del autobús en distintas ocasiones, explica Lezama. En base a estos prototipos, los investigadores de Volvo Technology crearon un avanzado modelo de autobús en un programa de simulación. Utilizando un ordenador, pudieron simular varios esquemas de funcionamiento idóneos combinados con los ocho prototipos de viajeros identificados, las distintas ciudades europeas, la hora del día simulado, el número de pasajeros en las paradas y el tipo y número de pasajeros esperando para bajar.

Un nuevo modelo, un nuevo autobús

De esta forma, los investigadores han sido capaces de identificar los ‘cuellos de botella’ y elaborar un modelo que permita a los pasajeros "comportarse correctamente", con lo que "hemos empezado a hacer cambios en la planificación de los autobuses en este ambiente simulado", explica Lezama. "Ahora podemos ver lo que ocurre cuando cambiamos el número y localización de los asientos y máquinas cobradoras, la ubicación de las puertas, del conductor y el espacio para sillas de ruedas, por ejemplo". "Cuanto encontremos el modelo de autobús que facilite una entrada y salida más rápidas, Volvo fabricará un vehículo articulado basado en los resultados de la investigación. Este autobús, que estaría listo para el verano de 2011, prestaría servicio durante tres meses en Gotemburgo, para luego hacerlo en varias ciudades europeas. Con el nuevo vehículo en circulación, los investigadores podrán verificar si los resultados obtenidos son de fiar.

Si bien Lezama reconoce que probablemente no exista un solo tipo de autobús que funcione de forma óptima en todos los tipos de tráfico y en todas las ciudades, asegura que "nuestro programa de simulación se podría aplicar como ayuda para los clientes a la hora de especificar los autobuses que planean comprar", considerando que dichos clientes "ya sabe el tipo de pasajero que tienen, o bien se puede llevar a cabo un estudio de comportamiento para determinarlo. Aplicando este conocimiento, la herramienta de simulación puede encontrar la disposición óptima de los elementos del autobús para cada cliente".