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Sadyr considera que la ubicación de los radares se fija con afán recaudatorio, y no por la seguridad vial

viernes 24 de septiembre de 2010, 01:00h

El incremento de radares de control de velocidad en las carreteras españolas ha dado lugar a que las multas por exceso de velocidad hayan aumentado de forma exponencial. Sin embargo,  la instalación de estos aparatos destinados a evitar la principal causa de accidentes, no ha conseguido mitigar la alta siniestralidad de la Operación Retorno de este verano, con 12 víctimas mortales más que en 2009, según Sadyr.

En este sentido, puede surgir la  siguiente cuestión: ¿se colocan los radares en sitios donde el exceso de velocidad puede dar lugar a situaciones peligrosas y provocar accidentes o, más bien, para obtener un mayor número de infractores? Para responder a esta pregunta Vicente Romero, director general de Sadyr, indica que "en la mayoría de los casos, y los conductores son testigos de ello, la presencia de radares de control de velocidad están en las autovías y autopistas, en tramos rectos y, en muchos casos, en pendiente para conseguir incrementar el número de sanciones".

Vicente Romero concluye que "en nuestra opinión, y en base a la tipología de las reclamaciones y recursos que tramitamos, observamos una tendencia de los ayuntamientos y jefaturas de tráfico por un afán recaudatorio que se verá incrementado con algunas de las nuevas medidas que contempla la nueva Ley de Trafico, como la notificación de multa por e-mail, eliminación del recurso de alzada, ampliación del plazo a cuatro años para cobrar multas, entre otras".