Entre ellas, un aumento en la seguridad de los automóviles y un ahorro de más 4,2 millones de toneladas de CO2.
El ya extinguido sistema de achatarramiento de vehículos, más conocido como Plan Prever, permitía a los titulares de un vehículo beneficiarse de una deducción de 480,81 euros en el impuesto sobre Determinados Medios de Transporte, o lo que es lo mismo, sobre la tasa de matriculación. Si bien tenía fijada su fecha de finalización para 2006, el Gobierno decidió mantenerlo durante 2007, aunque con la exclusión del mismo de los vehículos más contaminantes.
Este programa se aplicó a los vehículos industriales nuevos de menos de seis toneladas que sustituyeron a algún vehículo con más de siete años de antigüedad. Los fabricantes o primeros receptores en España de dicho vehículo dedujeron en el Impuesto sobre Sociedades o en el IRPF la bonificación que se le otorgaba al comprador.
La infructuosa oposición del Sector
La decisión de no renovar el Plan por parte del Gobierno contó desde el primer momento con la oposición y críticas de las principales asociaciones del Sector, como Anfac, Ganvam, Aniacam o Faconauto. Los presidentes de las principales patronales del automóvil remitieron una misiva al vicepresidente segundo del Gobierno en la que exigían que se prorrogase el Prever a partir del 1 de enero de 2008. La carta fue firmada por los presidentes de las asociaciones de fabricantes (Anfac), Juan Antonio Fernández de Sevilla; de concesionarios (Faconauto), Antonio Romero-Haupold, de importadores (Aniacam); Germán López Madrid, y de vendedores (Ganvam), Juan Antonio Sánchez Torres.
El principal argumento de las asociaciones fue que el objetivo de renovar el parque no se había cumplido del todo, ya que la antigüedad del parque automovilístico en España se encontraba en una "situación alarmante". Como prueba de ello, aseguraron que un 23% de la circulación rodante (equivalente a cinco millones de vehículos) no cumplía ninguna de las normas medioambientales actualmente vigentes. También esgrimieron que la nueva imposición a la matriculación de los vehículos, ahora supeditada a los índices de contaminación, en vez de al mero hecho de la compra, se había quedado incompleta sin este plan Prever.
Para ser coherentes en la lucha contra las emisiones contaminantes de los vehículos, "no sólo se debe incentivar la adquisición de coches con menores emisiones de CO2, son potenciar el achatarramiento de los vehículos más contaminantes", indicaron desde las asociaciones.
