En la actualidad, el barril de Brent de referencia en Europea ronda los 115 euros (dato actualizado a día de ayer) impulsado por los conflictos del norte de África y especialmente de Libia. Esta cotización está muy lejos de la alcanzada en el verano de 2008, cuando se situó en 144 dólares, mientras que los combustibles sí han acercado sus precios a los de aquel momento, "por lo que parece que el precio no está directamente relacionado con la cotización del barril", aseguran desde la Federación.
De hecho, la Comisión Nacional de la Competencia hizo público hace unos días un informe en el que denuncia la escasa competencia que existe en España en el sector de los hidrocarburos y critica los amplios márgenes de beneficio que disfrutan las empresas distribuidoras. La entidad elaboró un informe similar en 2008 y propuso medidas para incrementar la competencia en el sector y presionar a la baja los precios que paga el consumidor. Según la CNC, el precio antes de impuestos (PAI) de los carburantes de automoción en España, ha crecido "sensiblemente desde octubre de 2010". El PAI en gasolina 95 en España y en gasóleo de automoción "sigue estando entre los más altos de la UE", dice el informe. Sólo le supera Dinamarca e Italia en la gasolina 95, por ejemplo.
Déficit acumulado
El Sector del transporte de viajeros por carretera, directamente afectado por los precios de los combustibles, que pueden llegar a suponer hasta un 30% del coste de explotación de la empresa, tiene que añadir el déficit tarifario con el que ha comenzado el año después de que la Comisión de Asuntos Económicos del Gobierno autorizase "un raquítico e insuficiente incremento de tarifas del 1,7%, frente al 5% solicitado por Fenebus y al 2,57% que barajaban los servicios técnicos de la Dirección General de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento". Además, hay que recordar que tanto la federación como la Administración de Transportes estuvieron de acuerdo en que este aumento tuviera carácter extraordinario e independiente del que corresponda aplicar en el segundo trimestre del año aplicando la fórmula general prevista en el artículo 19 de la LOTT.
En un momento en que los carburantes alcanzan máximos históricos, el Gobierno ha aplicado medidas especiales para afrontar la crisis energética en la que nos encontramos (que no es únicamente achacable al conflicto en Libia, sino también a una falta de previsión, según Fenebus) y ha decidido reducir el límite de velocidad en autopistas y autovías a un máximo de 110 km/h. Esta medida, de dudosa efectividad según algunos expertos, o al menos sin la incidencia positiva que presupone el Ejecutivo, se suma a la decisión de reducir del presupuesto de Fomento la rebaja realizada en los billetes de Cercanías de Renfe, una cifra que alcanza los 21 millones de euros para compensar a Madrid, Cataluña y Asturias.
"¿Y el transporte de viajeros por carretera qué ayudas recibe, independientemente de que sea competencia del Estado o de las Comunidades Autónomas? En opinión de Fenebus, Fomento tiene una importante deuda con el transporte en autobús, ya que no sólo está sometido a una insuficiencia tarifaria sino que es relegado a la hora de aplicar medidas de apoyo económico directo como las recibidas por los servicios de Cercanías de Renfe. Una vez más, Fenebus rechaza la discriminación que sigue sufriendo el transporte en autobús en relación con otros modos de transporte", concluyen desde la Federación.
