"Nuestro equipo ha hecho un gran trimestre, con un sólido crecimiento y mejoras en todas las regiones. Seguimos con el desarrollo en todo el mundo de nuestro programa ‘One Ford’ y el cumplimiento de nuestro compromiso de ofrecer a nuestros clientes una familia completa de productos con los mejores vehículos de su clase y conseguir un crecimiento rentable para todos, pese a las condiciones de incertidumbre económica", ha declarado Allan Mulally, presidente y consejero delegado de Ford.
La facturación de Ford en Europa alcanzó los 8.700 millones de dólares, lo que representa un crecimiento de 1.000 millones de dólares respecto a los datos de 2010. En este periodo, el beneficio operativo antes de impuestos llega a 293 millones de dólares, equivalentes a un crecimiento del 174% respeto al primer trimestre del año anterior (107 millones). Este importante crecimiento, superior a lo previsto, es consecuencia del 'mix' de oferta; el efecto del tipo de cambio euro/dólar y los mayores beneficios obtenidos por las diferentes filiales.
"Esperamos que nuestros volúmenes anuales crezcan sustancialmente, impulsados principalmente por una potente oferta de productos, un ligero fortalecimiento de la economía global y un enfoque implacable hacia la mejora de la competitividad de todas nuestras operaciones", ha añadido Mulally.
