La instalación de máquinas para la recogida de envases y abono de depósitos requiere una inversión cercana a 20.000 euros que el comercio de proximidad no esté en condiciones de asumir ante la situación económica actual, afirman desde Benicarló. "Esto daría lugar a que se realizase el proceso de manera manual lo que conllevaría una carga adicional para los comerciantes y sus empleados, así como la necesidad de contar con un espacio en el establecimiento para este fin, en muchos casos a costa de la propia sala de ventas, lo que es incompatible con la normativa higiénico-sanitaria en vigor y con la relativa a las licencias urbanísticas. En el primer caso, por los riesgos sanitarios que supone contar con una zona de almacén para estos residuos y en el segundo caso, porque ninguna licencia de actividad concedida contempla la existencia del mismo".
Agravio comparativo y falsa protección medioambiental
"Asimismo —continúa el comunicado—, supondría un agravio comparativo entre las grandes superficies y el comercio de proximidad que afectaría a la competencia beneficiando a las primeras, que verían aumentada su cuota de mercado. La experiencia habida en países donde se ha instalado el sistema demuestra que los consumidores se desplazan a realizar la compra a los establecimientos que cuentan con máquinas para recoger los envases y reintegrar el depósito. De hecho, los estudios realizados entre los consumidores indican que los clientes que devuelven los envases compran hasta un 52% más que aquellos que no lo hacen y que un 22% de los consumidores estaría dispuesto a cambiar el lugar de compra a una tienda con mejor sistema de retorno.
Además, recalcan desde el Foro, se trata de una ‘falsa’ defensa del medio ambiente ya que se aumentarían los desplazamientos motorizados a las grandes superficies, lo que incrementaría la contaminación y los problemas de tráfico en la entrada y salida de las ciudades.
En definitiva, desde el Foro de Comercio Benicarló se considera que la implantación de este sistema no está justificada ni por criterios medioambientales ni económicos.
"El sistema no va a suponer una mayor protección del medio ambiente ya que produciría un aumento de la contaminación medioambiental. Además, supone una traba más al desarrollo y al crecimiento del comercio de proximidad, cuyo tejido está fundamentalmente formado por pequeñas y medianas empresas que está luchando por mantenerse a flote en la actual situación de crisis, proporcionando una baza más a las grandes empresas de distribución que incrementarían su cuota de mercado".
"Finalmente, el sistema no es compatible ni con la normativa higiénico-sanitaria ni con la urbanística lo que daría lugar a que una gran parte del comercio de proximidad se encontrara sin ninguna justificación fuera de la Ley", concluye el documento.
