La muestra fotográfica se puede ver en el Espai Mercè Sala, situado en el pasillo de conexión entre los dos vestíbulos de la línea 5 de la estación de Diagonal, hasta el 5 de octubre, de lunes a viernes, entre las 10 y las 20:30 horas. La actividad se enmarca dentro del programa de la Primavera Cultural de TMB (primaveracultural.tmb.cat).
Los visitantes pueden encontrar fotografías que pretenden mostrar la relación entre la evolución de los anuncios publicitarios y el transporte público, a la vez que visualizan la transformación de la ciudad de Barcelona, así como de las personas, a lo largo de la historia. La exposición explica en orden cronológico como era la publicidad que se exponía en los tranvías y en los autobuses de uno y dos pisos, en los trolebuses, en las paradas de tranvías y autobuses, así como en los accesos, estaciones y trenes de metro.
Además, se ha editado un libro titulado ‘La publicidad en el transporte público’ que recoge todas las imágenes que se pueden ver en la exposición, así como una explicación de la evolución de la publicidad en Barcelona a través del transporte público de viajeros. Este libro se puede adquirir por 10 euros en los Puntos TMB de información y atención (Diagonal, Sagrada Familia, Universidad, La Sagrera y Sants Estació -vestíbulo Renfe).
1906, el primer autobús
El año 1906 circuló por Barcelona el primer autobús, que fue retirado el año siguiente a consecuencia de la fuerte presión de las compañías de tranvías, que vieron en este nuevo medio de transporte una competencia temible. Los autobuses no volvieron a aparecer en Barcelona hasta el 1922, y han continuado hasta la actualidad. A lo largo de los años el espacio destinado a publicidad ha sido diverso. Desde pequeños espacios interiores y exteriores hasta la ocupación publicitaria casi integral de los vehículos.
Las paradas de los tranvías, los trolebuses y los autobuses son las que mejor definen la relación entre publicidad y transporte público. Durante muchos años se consideraron un soporte publicitario y su función informativa sobre el transporte público estaba supeditada a la función publicitaria. De hecho, siempre se reconocía la situación de la parada por el anuncio que exhibía. No fue hasta la década de 1980 que se homogeneizaron los diseños de las paradas, siempre buscando que el espacio publicitario fuera atractivo para el anunciante.
Los tranvías de un piso funcionaron desde el 27 de junio de 1872 hasta el 19 de marzo de 1971, es decir, casi 100 años. Fue una época gloriosa que también quedó reflejada en la publicidad que lucían los vehículos. Los tranvías de dos pisos empezaron a circular por Barcelona en 1908 y lo hicieron hasta el año 1963. El hecho de disponer de dos pisos facilitaba un espacio para la publicidad con una gran visibilidad, que era muy apreciada por los anunciantes.
El periodo de funcionamiento de los trolebuses en Barcelona fue relativamente corto (de 1941 a 1968). Hubo vehículos de uno y de dos pisos y, por su parecido con los autobuses, tenían las mismas condiciones y características publicitarias.
