"En el negocio de transporte de viajeros, con el minibús, estamos muy contentos, porque además tenemos una amplia cartera de pedidos que nos permite enfocar la segunda mitad del año con bastante optimismo. Esto se debe a que, en el mercado de minibús, llevamos mucho tiempo presentes. Hemos repetido en FIAA varias veces, y los clientes que tenemos disponen de flotas grandes para este tipo de vehículo. Han confiado en nosotros y están muy contentos tanto con el rendimiento del minibús como con el servicio prestado, lo que se traduce en las renovaciones que estamos teniendo. Con el minibús hemos desembarcado muy fuerte en Baleares, de donde hemos recibido la cuarta parte de los pedidos, y hay expectativas positivas. De Strada, que es la gama de más lujo, hemos entregado varias unidades, y más aún para servicios de shuttle desde los hoteles al aeropuerto o hacia campas de rent a car", manifiesta Grube.
Tanto es así que "fábrica no nos puede suministrar con suficiente rapidez, lo que nos obliga a ciertos retrasos en las entregas. El año pasado, vendimos todos los vehículos que teníamos en stock, incluso los Strada. Ahora mismo, no tengo ningún vehículo en stock". Y eso se debe a la capacidad de adaptación de a marca a la crisis: "A un mercado en crisis tenemos que darle soluciones de crisis, porque no todo está parado, aunque no crezca, y ahí es donde tenemos que tratar de tener presencia".
Minibús eléctrico
"Existe más demanda para este tipo de vehículos de la que podríamos pensar en un primer momento, y procede de un cliente inteligente que busca un vehículo inteligente. A diferencia del resto de la competencia, tenemos un tiempo de recarga mucho más corto, de sólo cuatro horas, y el vehículo está adaptado a uso en los extrarradios, pero en poblaciones pequeñas. El precio es muy competitivo. Vamos a observar cómo trabajan las dos unidades que se entregarán a Biskaibus, para conocer sus puntos fuertes y dónde las podemos mejorar. La segunda está a punto de comenzar a operar, y la primera, que ya ha cumplido dos meses en servicio, no nos ha dado ningún problema hasta la fecha", apunta Grube.
El secreto para su rápido desarrollo, pues fue concebido el septiembre pasado, se cimenta en "encontrar los mejores proveedores y luego montar el vehículo. Como su base es un vehículo de gasolina, gran parte de los test necesarios para homologar ya los teníamos superados, y lo que hemos hecho es acoplar la batería y el motor eléctrico a la estructura que ya existía. Los componentes se desarrollan mucho más rápido que el vehículo en sí, y por eso lo difícil es ajustar todos los elementos. Nosotros hemos unido en el vehículo, mediante una empresa de ingeniería británica que trabaja para el grupo, elementos de funcionamiento y rendimiento contrastado", concluye Patrick Grube.
