Tan sólo 10 meses después de su puesta en servicio, ya son 140.000 viajeros los transportados cada mes, más del doble de lo previsto, recuerdan desde el portal. "Estos resultados desmienten las pesimistas predicciones lanzadas tras la puesta en marcha de la línea, quizás porque su implantación terminaba con algunos privilegios".
Y es que el bus amarillo no va precisamente vacío, sino más bien bastante lleno, con lo que "si se mantiene la tendencia al alza en la demanda de esta línea, estos problemas de capacidad serán cada vez más frecuentes", advierten, recordando que serán necesarias algunas actuaciones para mantener la calidad del servicio.
Propuestas
"Actualmente, la línea tiene un intervalo fijo de 15 minutos en laborables, 20 en fin de semana y 35 por las noches. Sin embargo, en ciertos momentos del día, la congestión de viajeros es evidente, con gente de pie en un trayecto no precisamente corto (40 minutos). De hecho, por la noche ha sido necesario poner un bus ‘sombra’ para el servicio de las 5.35 horas, que atiende a los viajeros de los vuelos que despegan a las 7", explican desde Ecomovilidad.
Por ello, han considerado "imprescindible" un "aumento de las frecuencias en las horas punta, como la llegada de los primeros trenes AVE a Atocha o los vuelos de viernes y domingo por la tarde. Consorcio y EMT deben analizar los datos de demanda horaria y aumentar el servicio en aquellas franjas donde ahora se circula al completo".
Por otro lado, Ecomovilidad.net ha sugerido que "para reducir el tiempo de viaje y facilitar la explotación de la línea, sería interesante colocar pequeñas máquinas expendedoras en las cinco paradas de subida de viajeros, con información en varios idiomas". "Además, podría servir de prueba inicial de cara a implantar expendedoras en otras paradas de gran afluencia de viajeros, práctica frecuente en otras ciudades", han añadido.
