Una veintena de colectivos empresariales de Castilla y León firmaron un manifiesto de rechazo al ‘céntimo sanitario’, al considerar que la Junta decidió su aprobación de forma "precipitada y poco meditada", que tiene una "dudosa legalidad en el marco europeo", y que, además, es un impuesto "inoportuno y desacertado" que generará nuevos problemas en lugar de solucionar la financiación del sistema sanitario.
El documento, presentado en un acto desarrollado en la sede de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), explica que "no en vano la implantación de esta nueva carga, que afecta directamente al consumo y que redunda en empresas, trabajadores y familias, falta al principio de solidaridad que debe existir entre Comunidades Autónomas. Castilla y León, la región más extensa de Europa, territorio de paso para el tráfico de camiones, jugará a partir de la implantación de este nuevo impuesto con desventaja, dado que transportistas y turistas harán sus cálculos y repostarán en las nueve Comunidades Autónomas limítrofes para abaratar sus facturas de combustible".
Por ello, desde Cecale estiman que "la pérdida de ventas en volumen de combustible en la comunidad, debido a la deslocalización del consumo, podrá en riesgo no solo la recaudación que estima la Junta, sino que ésta, precisamente por la deslocalización, será menor".
Otras soluciones
Además de señalar que el sector del transporte será el más afectado por el nuevo impuesto —especialmente en el caso de autónomos y pymes—, el documento afirma que "si bien reconocemos que la financiación de la sanidad precisa un replanteamiento integral, entendemos que los problemas que la medida pretende solventar pudieran encontrar mejores soluciones". Entre ellas, los empresarios mencionan la externalización hacia la empresa privada de determinados servicios, o la promoción del uso adecuado, racional y necesario de los servicios sanitarios, por ejemplo.
