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Francia publica en su Boletín Oficial la obligatoriedad de llevar un alcoholímetro a partir del 1 de julio

La ausencia del dispositivo podrá ser sancionada desde el 1 de noviembre con una multa de 11 euros

lunes 05 de marzo de 2012, 01:00h

El Gobierno francés ha aprobado la medida que obligará a todos los vehículos a llevar un alcoholímetro en buen estado a partir del 1 de julio próximo. El decreto prevé un periodo de cuatro meses para que los conductores adopten la medida, tras el cual se impondrá una multa de 11 euros.

El alcoholímetro debe estar en buen estado, contener un certificado de homologación y una fecha de caducidad que no debe estar superada. Según ha publicado la agencia Efe, la medida afecta a los vehículos extranjeros que circulen por territorio francés, los únicos exentos son los ciclomotores de menos de 50 centímetros cúbicos. La iniciativa fue anunciada en noviembre pasado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, como una forma de detener el incremento de las muertes en accidentes de carretera ligados al consumo de alcohol.

Según los datos oficiales, el 31% de los accidentes mortales en Francia están ligados al consumo de alcohol. Los alcoholímetros ya son obligatorios en Francia en todas las discotecas y bares nocturnos desde noviembre pasado.

Los autobuses ya están obligados a llevar alcoholímetros que impiden el arranque de los mismos en caso de dar positivo, una medida que afecta a todos los autocares nuevos desde enero de 2010 y que afectará a todos los escolares a partir del inicio del curso de 2015.

La generalización de los alcoholímetros en los vehículos es una medida "para invitar al autocontrol de los conductores", ha señalado el portavoz de Seguridad Vial consultado por la agencia Efe, quien ha negado que de este modo se persiga recaudar más dinero.

Bloqueo de arranque

En los próximos meses se revisará la ley francesa para permitir que un juez pueda imponer a una persona condenada por haber conducido bajo los efectos del alcohol la obligatoriedad de introducir en su vehículo un alcoholímetro que bloquea el arranque.

Actualmente dos empresas francesas fabrican este tipo de dispositivos. El Gobierno espera que con la previsible creciente demanda otras compañías se sumen a un mercado floreciente, por lo que cree que se fomentará la competencia y no habrá una explosión de precios.