Entre los problemas que más están perjudicando a los transportistas canarios cabe destacar: - El aumento incesante del precio del carburante que ha superado la barrera psicológica de un euro por litro, lo que ha supuesto un incremento del 30% en los dos últimos años.
- El incremento de competencia desleal por parte de transportistas ilegales, que está presionando los precios del transporte a la baja, y sin que exista una inspección efectiva por parte de las autoridades competentes para erradicar dichas bolsas de fraude.
- La eliminación de las ayudas al sector del transporte en la Ley de Presupuestos en los últimos años, pese a tener la consideración de sector estratégico para el resto de la economía canaria.
- La incertidumbre sobre la obligatoriedad del uso del tacógrafo en las islas, tras las sucesivas modificaciones legales en la materia y el proyecto de derogación que en la actualidad se encuentra tramitándose, lo que provoca inseguridad jurídica para los transportistas insulares.