Tal como señalan desde Fenadismer, desde su puesta en vigor en 2002 las organizaciones de transportistas han manifestado su rechazo al mismo por su carácter discriminatorio, en primer lugar por ser la contribución del Sector a la sanidad "proporcionalmente muy superior al resto de ciudadanos por ser mayor el consumo de carburante", y en segundo lugar "porque una vez más los restantes modos de transporte (ferroviario, marítimo y aéreo) han quedado exentos de su aplicación".
Ante el impacto negativo que dicho impuesto ocasiona en el Sector, agravado por la actual coyuntura económica, las organizaciones han acordado solicitar al Gobierno que, con ocasión de la próxima aprobación de la Ley de Presupuestos para 2012, se establezca la obligatoriedad para las Comunidades Autónomas de la devolución íntegra del tramo autonómico del céntimo sanitario que tengan establecida, y del recargo autonómico del impuesto de hidrocarburos que lo sustituya a partir del próximo año.
Asimismo las organizaciones han acordado solicitar al Gobierno que se modifique el ámbito de aplicación de los beneficiarios de dicha devolución íntegra del impuesto, de tal modo que resulten beneficiarios los transportistas titulares tanto de vehículos de transporte pesado como de transporte ligero a partir de 3,5 toneladas, y exclusivamente de servicio público por ser más eficiente que el transporte privado.
