En la primera parte de la conferencia, el jefe de la unidad especializada en la industria de la automoción de la Comisión Europea, presentó y defendió el contenido de la propuesta y explicó que los tres elementos básicos de la misma son la introducción de un nuevo método para medir el ruido, adaptar los límites de ruido en dos fases (en el caso de autobuses y autocares, cada fase implicaría una reducción de 2 decibelios) y establecer un marco para abordar el problema que se deriva de los vehículos prácticamente silenciosos. El doctor Wolfgang Babisch, de la Agencia alemana de Medio ambiente, indagó en los riegos medioambientales y de la salud que se derivan del ruido del tráfico. Por su parte el consultor Heinz Steven, de HS Data Analysis and Consultancy, explicó el papel que juegan los vehículos a la hora de generar ruido por su tráfico. Además, Christian Popp, de la consultora especializada en protección acústica Lärkmonotor, realizó una ponencia sobre la poca efectividad de la Directiva 2002/49 sobre evaluación y gestión del ruido ambiental.
En la segunda parte de la conferencia, Erik de Graaf, de la consultora M + P, habló sobre la interacción de la propuesta de la Comisión con el reglamento 661/2009 sobre los neumáticos de los vehículos. El secretario general de la Asociación europea de fabricantes de automóviles (ACEA), Ivan Hodac, explicó los problemas que su sector tiene con la propuesta de la Comisión. Esos problemas tienen que ver con las categorías de vehículos, valores límite y fecha de comienzo de las medidas establecidas en la propuesta. La secretaria general de la Asociación europea de fabricantes de neumáticos, Fazilet Cinaralp, habló de la importancia que la propuesta tiene para su sector junto con el reglamento 661/2009. Por parte de la Red de ciudades europeas (Eurocities), Jan-Harko Post exigió fuertes límites de ruido en las ciudades dadas las externalidades negativas que se derivan del mismo. Además Irene Fusco, de la Federación europea de la carretera, defendió el papel que la infraestructura vial puede jugar a la hora de reducir el ruido de los vehículos. Finalmente, Nina Rensahw, de la ONG Transport & Environment, justificó la necesidad de reducir los niveles de ruido entre 3 y 10 decibelios.
