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Las lunas del automóvil aportan el 30% de la resistencia de la estructura del vehículo, según Carglass

Un 10% de los vehículos tuvieron algún daño en su parabrisas en 2011 en España

jueves 14 de junio de 2012, 01:00h

Manuel Ballbé, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Autónoma de Barcelona, Yaiza Cabedo, del equipo de investigación de la UAB, y Marc de Souter, director General de Carglass España, han presentado el estudio ‘El Parabrisas: componente decisivo para la seguridad vial preventiva’.

El parabrisas se ha convertido en un componente estructural básico para la seguridad del automóvil, siendo un elemento de vital importancia para la seguridad de los ocupantes del vehículo ya que de él depende en gran parte la resistencia del techo en caso de colisión y vuelco, así como el correcto funcionamiento del airbag. Las lunas del automóvil aportan el 30% de la resistencia en la estructura del vehículo, por lo que mantener los cristales en perfecto estado de conservación es imprescindible para disminuir los riesgos y la inseguridad al volante y una prioridad en el campo de la prevención. Un pequeño desperfecto en el cristal, provocado por ejemplo por el impacto de una piedra, reduce su resistencia hasta un 70%.

El parabrisas y las lunas son también un elemento básico para la resistencia del techo en caso de colisión y vuelco. Tests dinámicos han demostrado que cuando el techo del coche se aplasta menos de 10 centímetros, los cristales seguros del automóvil resisten y evitan que éstos salgan despedidos o se rompan. En el caso del airbag, si el parabrisas no está bien adherido, al desplegarse hace saltar el cristal y da como resultado lesiones graves para los ocupantes.

En España un 10% de los vehículos tuvieron algún daño en su parabrisas en 2011. El cristal con mayor índice de siniestralidad es el parabrisas debido a que gran parte de los siniestros son por impactos frontales. Como consecuencia de esta mayor siniestralidad, la reparación y sustitución del parabrisas es más frecuente que en el resto de lunas. Le siguen en siniestralidad las lunas laterales y, finalmente  las traseras.

Los tres factores que más inciden en el volumen de siniestralidad en el parabrisas son el estado de los firmes, la inversión pública en carreteras y los factores térmicos. Cuando la calidad de los firmes tiende a empeorar la tendencia que se observa es el incremento del porcentaje de siniestros en el parabrisas. Hasta el 80% de los impactos son causados por la gravilla. Según datos del Ministerio de Fomento, las inversiones realizadas por la Dirección General de Carreteras, disminuyeron un 29% del año 2009 al 2010. Por este motivo y considerando únicamente el factor de la inversión en las carreteras, podemos deducir que, si la tendencia a la baja de las inversiones se mantiene, el riesgo de siniestralidad en parabrisas aumentará.

Reparación vs. substitución

Aprovechando la ventaja que brinda el cristal laminado, que en el caso de pequeñas fisuras ofrece la posibilidad de ser reparado con cierta facilidad sin necesidad de cambiar el parabrisas completo, se ha implantado toda una línea de negocio dirigida a la sostenibilidad. Se calcula que la reparación supone un ahorro del 80% de la factura frente al coste de la sustitución, además de un 90% en el ahorro de las emisiones de CO2 y un 75% de ahorro en tiempo. En lo relativo a la sostenibilidad, la relevancia de esta cultura de reparación y no sustitución de todo el parabrisas se ilustra claramente con los índices comparados de emisiones de CO2 en el caso de reparación y en el de sustitución.