El punto de partida ha sido el proyecto europeo Driving Under the Influenece of Drugs, Alcohol and Medicines (Druid), que ha acumulado información sobre diferentes campos relacionados con la problemática de la conducción bajo circunstancias alteradas de conducta, y que permite dibujar el perfil de los conductores españoles que abusan de alcohol y drogas, y que combinan esta mala práctica con la conducción. Los resultados de los controles de tráfico hechos en España han sido aclaratorios: la primera causa de alteración de la conducta fue el consumo de cannabis, ya que el 38,6% de los casos positivos obedecían a esta circunstancia.
Si a esto se le añade el consumo de cocaína y otras drogas, resulta que el 51,8% de los conductores que dieron positivo lo hicieron por estas causas. Este porcentaje llegaría hasta el 63,4% si se cuentan los conductores que, además de drogas, también dieron positivo por un alto nivel de alcohol en sangre.
Según el estudio de RACC, el riesgo más elevado para el conjunto de la población se concentra por las noches, tanto en los días laborables como especialmente en fines de semana y festivos, ya que el índice de controles con resultado positivo en estos períodos superan ampliamente los que se registran durante las horas del día. El 28,5% de los controles realizados en fines de semana dieron positivo frente al 10,4% registrado en las horas diurnas de los días laborables.
Los segmentos de población con mayor grado de riesgo son, en primer lugar los hombres y principalmente los más jóvenes. Mientras que los controles con resultado positivo entre la población masculina llegaron al 19,1% en el caso de la femenina quedaron en el 7,5%. Si bien el consumo de drogas es la pauta dominante entre la población masculina, el alcohol lo es entre la femenina, detectándose también una mayor propensión a la utilización de antidepresivos en el colectivo femenino.
